sábado, 22 de noviembre de 2008

GENERACION DF...

-Vamos a cenar ya, ¿venís o qué?- dije por enésima vez ayer por la noche, porque como decía mi madre, está todo el mundo dando guerra para cenar, y cuando tienes la cena encima de la mesa, calentita y preparada ya, todo el mundo desaparece.

Mi marido, en el salón con el niño, dijo a voz en grito por décima vez.
-¡¡Qué voyyyyyyyyyyyy, un segundo, mi vida!!!

Al cabo de unos minutos, cuando terminan los deportes en la tele y se ha enterado que su querido Atlétic ha vuelto a perder, viene con el niño a la cocina, un poco decepcionado.
Yo estoy de mal humor, calentando el pollo con verduras en el microondas, con los pelos tiesos y más harta de hacer la cena que ayer, que ya es decir.

-¡Está de muerte, cariño, te has superado, eres una mujercita maravillosa!, me dice casi siempre cuando comprueba que incluso las verduras están buenas, por mucho que a él nunca le hubieran gustado.
Le miro condescendiente, por no matarlo, mientras le meto con forces al niño la verdura camuflada bajo la carne en el tenedor. El niño se resiste, cierra la boca, quiere escupir lo verde, lo verde no, mamá, me dice como para que entienda que no le engaño.
Antonio mientras tanto cuenta que en el trabajo hay un trepa que no deja de fastidiar a todo el mundo, que es un berzotas y que encima los jefes le han hecho jefecillo, porque sabe muy bien como hacerleS la pelota. Cuenta un montón de cosas del trabajo, que claro, a mi me parecen un rollo, pero que escucho estoicamente.
-No te estás enterando de nada, ¿no?. Ya sé que hablar del trabajo te sienta como un tiro, pero qué quieres, me paso el dia allí, y no sé de qué hablar si no.

-¿A ti te gusta que yo esté aquí en casa, cuidando del niño, haciéndo comiditas por la noche y escuchándote cuando vienes cansado?-le pregunto ante su estupor, porque no sabe a dónde quiero llegar.
Me contesta que le encanta, que en realidad eso es lo que ha visto siempre en su casa, y que agradece en el alma que su madre siempre estuviera allí para todos ellos, que no podía ni soñar que hoy en día, pudiera encontrar una mujer que quisiera lo mismo, que se siente muy feliz.

-Tú crees que el lugar de la mujer es ese ¿no?.
Sin casi terminar de preguntarlo, se deshace en explicaciones, que cómo va a pensar eso, que piensa que yo soy mucho más inteligente que él y que podría desarrollar cualquier trabajo de responsabilidad mucho mejor que la mayoría de hombres que conoce. Que lo verdaderamente maravilloso es que yo haya hecho ese sacrificio y que esté allí para ellos, para mantener unida nuestra familia.
-¿Sabes que estás hablando no ya como mi padre, sino como mi abuelo, Antonio?-le digo recordando cómo mi abuelo defendía a muerte a su mujer y luego era tan tradicional y conservador como el que más.

-No entiendo lo que dices. Que lo cortés no quita lo valiente. A mi me gusta que tú estés aquí cuidando de nuestro hijo y nosotros podemos hacerlo, ahora, las mujeres que quieran trabajar en lugar de cuidar a sus hijos, pues me parecen muy bien también.
-Claro, pero tú serías muy desgraciado con una de ellas ¿no?.
Me aclara que no es así, que en realidad contaba con una de ellas, una chica que antepusiera su trabajo a su familia, que él entiende todo tipo de personas, que estamos ya en un país libre y democrático. Que puestos a entender ha entendido hasta que los gays se casen, tengan hijos, no se escondan. Que vamos, que él es progresista y está convencido de que los hombres y las mujeres valemos lo mismo, y que la sociedad es plural y pueden hacer lo que les de la gana.

-...Pero, claro, a mi me gusta lo que me gusta. Soy producto de mi educación, de lo que me enseñaron mis padres, de lo que he visto y me parece bien, por mucho que haya otras opciones, que seguramente serán tan válidas como las mias.

Le miro con cara de pilla.
-Sí, te entiendo, pero, quería decirte una cosa. Verás, me he enterado que la profesora del niño es lesbiana. Vamos, lo comentan todas las madres, dicen que tiene pareja que va a buscarla todos los días.
Antonio se muerde la lengua, se mete un trozo de queso en la boca y me mira con cara de cachondeo o de estupor, pero con una cara muy rara.
-Nada, es una broma ¿no?. Que te quieres quedar conmigo, que te conozco, bacalao, que sé que me quieres poner nervioso.
-No, no, no es broma, cariño, en el cole se ha organizado un buen revuelo. Las mamás han montado en cólera y quieren que echen a la profesora. Me han pedido que si quiero firmar la hoja para hacerlo llegar a dirección. ¿Qué hacemos cariño?.

Antonio se queda callado. Sé que se debate entre sus principios más sagrados y lo que realmente ha ido aprendiendo en éstos años de democracia y libertad. Recuerda que votó a los progresistas, que no estaba en contra de que los gays se casaran o que se pudiera abortar libremente. Que las drogas se pudieran vender en las tiendas le parece más o menos normal, claro que otra cosa es pensar que tu hijo puede comprarlas como caramelos.
¡Y ahora esto, que antes no pasaba, hombre!. Que él tenía una profesora mayor que era como una madre para todos. Vamos que pensar que la otra pueda venir a buscar a la profesora de su hijo y que el niño se acostumbre a ver que dos mujeres se besan en la boca...
Vamos que se le ha atragantado el pollo y le ha entrado una tos, que ni pa alante ni pa atrás...

-No te rompas más la cabeza, cariño. Es mentira. Vamos que no sé nada de la vida sexual de la profe de tu hijo, y que ni falta que hace. Sólo quería demostrarte o demostrarme a mi, que somos de la generación DF.
-¿Y eso signfifica?-me pregunta alucinado, el creía que eramos la generción X o la JASP.

Pues mira, le cuento, no lo tenía yo tan claro hasta que he visto un programa de la tele. Se llamaba generación DF que significa de después de Franco. Nosotros que ni siquiera recordamos casi al caudillo, como decía mi abuelo, hemos heredado sin embargo los prejuicios de entonces y nos han obligado a vivir con la nueva democracia. Vamos que, no lo tenemos muy claro.
Las mujeres no sólo nos empeñamos en trabajar fuera de casa y ser más que vosotros laboralmente, sino que además tenemos que ser las perfectas amas de casa, tener a nuestros hijos educaditos y encima saber hacer el Kamasutra con nuestros maridos, no se vayan a creer que somos muy estrechas y se vayan con otra más jóven.
Los hombres, aparte de ir a trabajar como burros y tratar de ser los jefes de sección, os empeñais en parecer metrosexuales, liberales, de izquierdas y encima ser unos tigres en la cama, porque como no encontreis el dichoso punto G, igual vuestras mujeres se van con otros...
-En fín, cariño, que estamos hechos un lío de mucho cuidado, y que aún no tenemos muy claro más que hablando con otros de nuestra generación, nos entendemos a la perfección. Pero, claro, cuando surgen cosas como esa, normales en una democracia, como que la profesora de tu hijo se acuesta con otra mujer, o que la mujer del jefe se ha ido con uno de la construcción, surgen los prejuicios, las ideas de siempre, surge lo que somos.

-¿Y qué somos, según tú?.
-Pues una generación de tránsito, un lio monumental, unos seres confundidos que se empeñan en ser modernos y que no se nos vea el plumero, pero, querido, se nos ve, y mucho.

Pues ¡viva la generación DF!, me dice sin pensarlo. Que aún se acuerda de lo bien que se pasaba jugando a las chapas en vez de la PLAY, que sabe que una buena educación a los hijos es la base para una buena vida. Que sabe perfectamente que la vida es difícil y no es tan sencillo como para poder conseguirlo todo. Que sí, que estará dudando en si es de derechas o izquierdas o si comprende o no que un hombre salga por la noche en un escenario vestido de mujer. Que no se compra colonia porque se pone malo o tiene prejuicios sociales y le da verguenza no saber de etiqueta en una cena de empresa. Que le gusta comer caliente lo que su mujercita sabe cocinar, o que se vuelve loco por volver a casa y tener una familia como Dios manda.
¿Y QUÉ?, me grita casi sin dejarme contestar. Pues si somos eso, cariño, ¿qué pasa.? ¿No estamos en un pais libre y democrático?. Que aquellos que lo tengan tan claro, nos perdonen y acepten como somos, que para eso, han vivido siempre en un país sin perjuicios, ¿o no?

PUES ESO DIGO YO...

HOLA A TODOS, CUARENTONES Y DEMÁS ANIMALES...

QUERIDOS CIBERNAUTAS.
CONFIESO QUE ME HE LANZADO SIEMPRE A LAS MÁS TREPIDANTES AVENTURAS. HOY EMPIEZO OTRA, QUE PARA MÍ ES DE LO MÁS INTERESANTE Y ARRIESGADA: ESCRIBIR MIS IMPRESIONES Y MI VIDA POR INTERNET.
¿YO?. YO, QUE SOY CARNE DE DIARIOS ESCRITOS A PLUMA Y RATÓN DE BIBLIOTECA. YO, QUE ANTES DE BUSCAR UN DATO EN EL GOOGLE, SOY CAPAZ DE REVOLVER LA CASA ENTERA PARA ENCONTRARLO EN MIS LIBROS...
SIN EMBARGO, AHORA QUE ESTOY YA EN EDAD DE MADURAR, AHORA QUE HAY QUE IR CON LOS TIEMPOS Y QUE PARECE INEVITABLE EL DECLIVE, BUSCO UNA MANERA DE ENTENDER LA REALIDAD, UNA ALTERNATIVA A DEJARSE LLEVAR POR LO INEVITABLE.
PUEDE PARECER FRÍVOLO O IRREVERENTE, PERO CON MIS CUARENTA AÑOS, ME GUSTARÍA PENSAR QUE AÚN PUEDO APRENDER ALGO DE LA AVENTURA DE VIVIR.
COMO OS DIGO, DISPUESTA A LOS CUARENTA Y A LOS QUE ME ECHEN...