Los investigadores descubrieron que una hormona producida por el organismo en respuesta al estrés, y que habitualmente sirve para calmar a los adultos y a los niños pequeños, aumenta la ansiedad en los adolescentes.
Los científicos realizaron experimentos con ratones femeninos centrándose en la hormona THP, que demostró este efecto paradójico, y describieron el mecanismo cerebral que lo explica.
Si, sucede lo mismo en las personas, el fenómeno permitiría comprender los cambios de humor y la ansiedad que exhiben los adolecentes.
"Los adolescentes no dan vueltas como locos todo el tiempo", dijo durante una entrevista telefónica Sheryl Smith, principal investigadora del estudio y profesora de Fisiología y Farmacología del Centro Médico Downstate de la Universidad Estatal de Nueva York.
"Los cambios de estado de ánimo de los adolecentes varían, cuando pareciera estar todo bien y tranquilo de golpe comienzan a llorar o se enfadan", manifestó la experta, que agregó: "Y creo que es por este motivo que las personas usaban la frase 'hormonas embravecidas'".
Los cambios emocionales no siempre son benignos, informó el equipo de Smith.
"Las respuestas a episodios estresantes se amplifican, y la ansiedad y los ataques de pánico surgen por primera vez en ese momento, siendo dos veces más habituales en las mujeres que en los varones", escribieron los expertos.
"Asimismo, el riesgo de suicidio aumenta en la adolescencia, pese al uso de estrategias médicas de sustento adulto", añadió el equipo.
Es por eso la importancia de ser un apoyo direccional para el o los
adolecentes. Así en el futuro se podrá recordar solo como una etapa superadaRECEPTORES ADICIONALES
La hormona THP, también llamada alopregnanolona, en la mayoría de los casos sirve como tranquilizante natural.
No se produce inmediatamente con el estrés, pero sí unos minutos más tarde, y calma la actividad neuronal para reducir la ansiedad y permitir la adaptación del individuo y su funcionamiento en esas circunstancias.
El equipo de investigadores examinó la actividad cerebral y la conducta de ratones antes, durante y después de la pubertad.
Los investigadores expusieron a los roedores a un episodio estresante, al colocarlos dentro de un envase de acrílico apenas más grande que sus cuerpos -algo similar a lo que podría ser una experiencia claustrofóbica-, y los mantuvieron allí durante 45 minutos.
"Veinte minutos después del (episodio generador de) estrés, tanto los ratones pequeños como los adultos mostraron menos ansiedad. Pero los roedores en la pubertad registraron más ansiedad", explicó Smith.
Es decir se les expuso a la misma situación con la diferencia que la manera de enfrentar el momento de estrés fue diferente.
Más experimentos atribuyeron este aumento de la excitación a los efectos de la hormona THP, dijeron los investigadores. La hormona actúa sobre las neuronas por medio de caminos moleculares conocidos como receptores.
Durante la adolescencia, los ratones tenían los receptores usuales, pero también niveles adicionales de una segunda clase de ellos que trajo una respuesta ansiosa, en lugar de calmada, cuando la hormona se les adjuntó.