viernes, 28 de noviembre de 2008

Poema Caballero de la Noche

La impresión que me das llena el vacío de mi corazón. Me desespero si no te siento.
¿Cómo olvidarte si vives dentro de mí?
Cierro los ojos y en el silencio de mi soledad escucho tu voz.

La semilla de mi espíritu va creciendo con la ternura de tus palabras,
cuando me dices te AMO mis venas sienten tu pasión y mi respiración se altera.

En mis mañanas te tengo presente, en mis tardes bulliciosas
también estás y en mis noches tranquilas se siente la realidad

¡Oh caballero de mi noche!

Todo se ilumina después de oír tus cándidas melodías, no conozco tu cuerpo, ni la luz de tu mirada,
ni la magia que envuelve tu existencia, ni la sonrisa acariciadora de tu ser, ni tus labios deseosos de amor.

Pero conozco tu dulce poesía, tu secreta tristeza y la música de tu alma, todo llega por tus dulces cánticos celestiales.

¡Tú mi caballero de la noche!

A ti voy como paloma encantada, deseo unir tu alma y la mía, también deseo fundir mi corazón en el tuyo,
y así expresar la pasión de este amor loco y puro, y culminar con alegres cantos al oído.

Receta Ajo Colorado

INGREDIENTES
1 kg. de patatas
1 cebolla
1 tomate
2 pimientos rojos secos
2 dientes de
ajo
1 cucharadita de cominos
1 cucharadita de vinagre de Jerez
3/4 de litro de agua
pimentón
aceite de oliva
sal

PREPARACIÓN
Pelar y trocear las patatas, pelar la cebolla y partirla por la mitad. Calentar el agua en una cazuela y poner las patatas, la cebolla, el tomate entero, los pimientos secos y un poco de sal. Cocer durante 20 minutos. Mientras tanto, pelar los
ajos y machacarlos en el mortero con los cominos hasta obtener una pasta. Sacar el tomate, la cebolla y los pimientos de la cazuela e ir machacándolos con los otros ingredientes. Agregar entonces el pimentón y poco a poco el aceite removiendo con la maza. Desleír con un poco del caldo de la cocción de las patatas. Verter todo sobre la cazuela, remover con cuidado, probar el punto de sal, dar un hervor de 5 minutos y servir.

martes, 25 de noviembre de 2008

TE QUIERO

HOLA A TODOS:
Perdonad que hoy me ponga un poco seria, y haga una de esas reflexiones profundas de vida, que de vez en cuando nos golpean y nos enseñan lo frágiles que somos y lo efímero de la existencia.

Ayer me llegó un correo de una amiga de la infancia, una compañera del cole que llevaba sin ver más de 25 años. Todas sabíamos que su padre últimamente estaba muy mal. De un supuesto dolor de espalda, pasó a tener una enfermedad terminal que para colmo y para remate, era de lo más dolorosa, y sin tiempo para que nadie reaccionara, sumió a la familia en un calvario de cuyo final no había quien se librara.
Al fallecer su padre y tener un poco de tiempo, nos puso un e-mail que me permito, con su permiso, espero, reproduciros en parte.

"Yo soy una persona que no acostumbraba a decir a mis padres lo mucho que les quería, se da por hecho, ni mi padre me lo decía a mi ni yo a el, quizá porque los hechos ya nos demostraban que era así, cosa que no ocurre con mi hija y mi marido a quienes de siempre se lo digo casi a diario. Bueno pues a raíz de la enfermedad de mi padre empecé a decírselo todos los días, no se, sentía que tenia que decírselo, que no le quedara ninguna duda, y así lo hice todos los días, el penúltimo día me contesto como siempre "yo a ti también, hija", pero el ultimo ya no me contestó, aunque estoy segura de que lo oyó, pero las fuerzas ya no le daban para hablar, incluso se lo repetí varias veces ya fallecido, por si me podía oír desde el cielo, porque estoy segura de que està en el cielo"
.

Perdonadme, que haga una pausa, pero sólo leer hasta aquí ya me puso un nudo en la garganta.
Proseguía diciendo:

"De modo que lo que os quería decir es que aprovechéis ahora y le digáis a vuestros padres todos los días lo mucho que les queréis, porque nunca se sabe si va ser la ultima vez, y a mi me reconforta mucho habérselo dicho. Yo ahora se lo digo a mi madre todos los días y me hace sentir en paz conmigo misma".

Cuan sabios me parecieron en ese instante sus consejos, que no por sabidos y requetesabidos, parecían arrojar algo de luz a nuestras conclusiones de siempre. Sin embargo, cuando uno pasa por una experiencia así, seguramente, lo que aprende, amiga, es una lección del UNIVERSO.
Luego me puse a pensar sobre lo tontos que somos los seres humanos, y perdonadme que os incluya o nos incluya a casi absolutamente todos.

¿Se puede saber por qué soberana tontería no decimos a la gente que nos importa, lo mucho que la queremos?.

Pasa una vida entera, compartes con tus hermanos el jabón de la ducha, los desayunos de casi toda tu juventud, el pantalón que se le quedó pequeño a tu hermana y que ahora llevas tú a todas horas.

Tus padres te dan la vida, te enseñan todo lo que sabes, te llevan al parque de atracciones cuando te has portado bien o te regañan por tu bien cuando sacas malas notas, te dan dinero para ese viaje de estudios que tanta ilusión te hace, te aconsejan incluso cuando ya no le pides consejo porque crees que lo sabes todo y que eres ya suficientemente mayor como para vivir por ti mismo.

Los quieres, más que a nadie en el mundo, y sin embargo no se te ocurre llegar y decirle a tu hermano que ha sido estupendo convivir con él media vida, o a tu tío, el hermano de tu madre que es tu tío preferido, un, oye, tio, que te quiero mucho, que supuso mucho para mi cuando venías a buscarnos al cole con tu novia y nos llevabas al cine por primera vez.
O decirle así, por las bravas a tu madre, cuando te trae del cole al niño, hola mamá, que te quiero mucho, que eres la mejor y que sé que has dado la vida entera por mi. Ahora lo sé de sobra, porque soy madre también, Y me doy cuenta de lo que entraña renunciar a todo, hasta las cosas más pequeñas, como son un poco de intimidad, por tus hijos, GRACIAS, MAMÁ, TE QUIERO.

"¡QUÉ RIDÍCULOS PARECERÍAMOS EN SITUACIONES ASI. ALA, UN TE QUIERO ASÍ SIN MÁS NI MAS, QUE VERGUENZA!".

Se me ocurre que hay palabras y frases que no se pueden pronuciar sencillamente, que tienen en su significado, un significado oculto, una fuerza superior, que nos hace vulnerables al pronunciarlas o que nos llenan de estupor, no sólo a quien lo dice sino también a quien lo escucha.

Las palabras TE QUIERO llevan implicitas en su significado algo mágico, algo que es como un tabú. Decirlas nos hace temblar la voz, llevarnos las manos a la garganta y hacer pasar un nudo que aprieta que no veas cuando piensas en pronunciarlas o decírselas a alguien.

Tan sólo cuando se rompe el hechizo y una persona de pronto te las dice, el milagro se produce y ves que no pasa nada, entonces y sólo entonces parece que somos capaces de pronunciar esas palabras.

Lo que decía mi amiga Chiqui, que a tu marido o a tu hija se lo dices casi a diario, porque ya has roto esa barrera, y sin embargo a tus padres, hermanos o a la familia, te cuesta mucho acercarte siquiera a que sepan lo mucho que te importan.

Tienen que pasar cosas muy graves, como una terrible enfermedad, un accidente, una separación, un enfado muy grande, para que reaccionemos y rompamos ese cristal que hay entre nosotros y los demás.
Y entonces, entonemos a gritos ese TE QUIERO, que incluso escribirlo resulta tan doloroso, tan complicado, tan arriesgado.

Recuerdo ahora mismo, que cuando vivía en Londres y claro, había que hablar en inglés, parecía muy fácil decirle a alguien LOVE o I LOVE YOU. Te pisaban en el metro, y un desconocido te largaba el SORRY LOVE, así, sin conocerte de nada.

Alguien te conocía, y ala, te decían en seguida el I LOVE YOU, claro que muy poco querría decir la cosa, cuando rato más tarde decían que a ellos tambien LOVE COKE o PLAYING TENNIS.
En fin, que como me dijo una amiga, estos ingleses no saben lo que dicen, y como nosotras lo decímos en inglés, pues que suena a otra cosa. No es lo mismo que decirle a alguien un TE QUIERO(que era ella muy de "la española cuando besa, es que besa de verdaddddddddddd").

Tenía razón, es en tu propio idioma, es en español cuando el significado se llena de sentido y cobra toda su dimensión. Es cuando piensas en la gente a quien se lo dirías porque el corazón lo sabe, cuando las palabras se llenan de miedo, incertidumbre, tensión, corte, tabú, como decía antes.

Quizá porque se da por hecho a veces, quizá por desconfianza, pues nos duele que nadie nos diga nunca que nos quiere en los momentos difíciles, y paradójicamente, y aunque sepamos lo mucho que importa, no les decimos nosotros a los demás que les queremos en el mismo caso.

¿Somos tan brutos o hay una verdadera razón de peso?

No lo sé, solo sé hoy que no deberíamos esperar a perder una persona para saber nosotros que se fue sin decirle nunca lo mucho que te importaba, o decírselo demasiado tarde, o demasiado mal.

Ojalá aprendamos todos que el cariño, el apoyo de quien nos quiere, o un TE QUIERO a tiempo, es la medicina que nos puede salvar la vida, o al menos llenarla de sentido, y que puede ayudar no solo a quien lo escucha de nuestros labios, sino como decía Chiqui, a quien lo pronuncia, porque nos ayuda a estar en paz con nosotros mismos.

AMÉN, AMIGA, Y OJALÁ QUE DE LO QUE TÚ HAS APRENDIDO EN ESTE TRISTE MOMENTO, LOS DEMÁS SEPAMOS SACAR PROVECHO...

lunes, 24 de noviembre de 2008

SINCERIDAD Y MENTIRAS PIADOSAS...

En la vida, con la gente conocida, con las parejas, con los hijos, con la familia en general, parece que lo suyo y sobre todo lo honrado, es ser, lo que hemos venido a llamar, sincero. Dicen que te ahorras muchos problemas, que es mejor ir con la verdad por delante porque si no, pues parece que empiezas a alimentar mentiras y al final todo se lia, se embrolla y ya no sabes cómo salir de la situación sin quedar mal.

He estado pensando, que, los que dicen eso, seguramente, son personas muy diplomáticas, que saben estar perfectamente, muy asertivas y muy valientes, porque se me ocurren una serie de momentos en la vida, en los que tengo muy claro que no hay que ser tan sincero.

Por ejemplo, se me ocurre que, hay que ser muy pero que muy valiente, para ir de compras con tu amiga del alma, que a la pobre le sobran más de unos kilitos, a persar de estar siempre a dieta. La chica, toda ilusionada, se empeña en embutirse un palabra de honor dorado con bodoques, para la fiesta de fin de año. Se mete en el vestido, horroroso hasta para Esther Cañadas en sus mejores años, y va y te pregunta, que ¿qué te parece?.
Tú, en la puerta del probador, después de haberla visto enfundada en gasas, tules, en rasos y terciopelos, antes del dichoso vestido dorado, te la ves con los michelines rebosando por debajo del sobaco y por la espalda, pero feliz de verse tan arreglada y moderna. Encima va y te dice que por fin ha encontrado lo que estaba buscando, que es ideal, como dando por hecho que el común de los mortales y tú misma, estarás de acuerdo con ella en lo bien que está.

Por tu cabeza no pasa asomo de duda. ¿Quién es la guapa que le dice: Chica, quítate eso, que pareces un chorizo o una butifarra catalana, que como salgas así a la calle te van a tirar piedras?.
Pues no, ya estás diciendo, con la sonrisa falsa y la fuerza de toda tu hipocresía, que en fin, que a ti nunca te han acabado de convencer los vestidos palabras de honor, y mucho menos el dorado, pero que sí, que está bien...

En fin, que hubiera estado mejor decirle la verdad, amigos o ¿no?.

Supongo que un noventa por ciento de las mujeres hubieran hecho como yo, morderse la lengua y mirar para otro lado en la fiesta de nochevieja, porque como no era cosa de ponerse las gafas de sol a las dos de la mañana, pues eso, que cada vez que miras donde está ella, te hace daño a la vista.

Y qué decir de tu hijo, que viene del cole con un dibujito horroroso, con la cara llena de churretes y después de pasarse una tarde entera entretenido, para terminártelo por tu cumpleaños y te dice, "mira mamá, para ti, eres tú, me ha salido muy bien, ¿verdad?"...
Tú miras el monigote, gordo y con los pelos alborotados, con un vestido verde y unas patas de alambre y encima con cara de mala leche. Vaya, qué ilusión, pero, queridos señores, ¿quién es el guapo que le dice a su hijo que no, que está fatal, que lo tire a la basura porque no hay quien lo mire?.

Todo lo contrario, lo cuelgas en la nevera con unos imanes y orgullosa vas y le dices a tu madre, a tus hermanos y a quien viene a tu casa, que es precioso, que tu hijo es un artista moderno y que te encanta. Pero, claro, te callas como una muerta para no decir que así te ve a ti, porque el monigote feo, eres nada más y nada menos que tú, su mamá...

Vamos que no eres capaz de decir la verdad.

Ni entonces ni cuando tu cuñada viene a casa con una tarta hecha por ella, que es cemento armado, pero la mujer ha venido convencida de que va a dar el golpe, que le ha salido de miedo y que todos nos vamos a chupar los dedos. Incluída y sobre todo, su suegra, que así se convencerá de una vez por todas de lo buen ama de casa que es y lo bien que cuida de su hijito querido.
Y claro que nos chupamos todos los dedos, menos la suegra, que para eso es mayor y puede decir lo que le de la gana. Con cara de poker, no se te ocurre otra cosa que poner por las nubes la dichosa tartita de manzana, supuestamente, que luego nos enteramos que era de queso, y que claro, por elogiarla tanto, seguramente, nos la volverá a traer en cuanto la volvamos a invitar.

Pero, queridos mios, yo me pregunto cómo sería la vida llena de sinceridad.
Y no puedo, porque me doy cuenta, de que, desde por la mañana temprano, no hacemos más que mentir. Y no las famosas 50 mentiras diarias, que decía un artículo que leí hace tiempo, sino, muchísimas más.
Porque mentimos como vellacos, las 24 horas.

Mentirmos al espejo cuando tratamos de convencerlo de que, pensamos en que estamos hechos unos bellezones.
Mentirmos a la báscula, dandole un poco a la ruedecita para evitar ver que hemos cogido un par de kilitos últimamente, porque nos hemos pasado comiendo.
Mentirmos a nuestros maridos cuando te preguntan por teléfono si no te importa ir a recogerle el traje del tinte, hacerle unas fotocopias y ya que estás sin hacer nada, coserle los bajos de los pantalones.
Y mentimos a un vecino, que pasa con su perro enfrente de tu casa, y tú vas a tirar la basura. El hombre te pregunta que qué tal, y vas tú y le contestas que muy bien, con una sonrisa falsa. Falsa porque, si pudieras, le dirías que estás hasta las narices de todo, que tienes frío y que no llegas a fin de mes. ¿Qué cara pondría el hombre, si fuéramos sinceros?.
Y luego en el mercado, en lugar de sonreirle al frutero, soltarle que cada día tiene la fruta más pelada y más cara, que ya le vale.
En fín, que sería un infierno tener que decirle a una vecina pesada que no la aguantas y que te haces la longis en el buzón, para no subir con ella en el ascensor, o a la amiga que te llama siempre para darte la vara con sus problemas, que te importan un comino. Y mientras la escuchas, vas haciendo la cena y incluso resuelves un sudoku mientras se cuecen los macarrones.
O a tu marido, que después de tirarse un par de horas para lavarte los platos de la pila y hacer la cena un sabado por la noche, te da una pizza calcinada y ha roto dos vasos. Le dices que es el mejor y que te encanta que haga la cena de vez en cuando, en lugar de decirle que en el fondo no te compensa, que te has comido mientras tanto una bolsa de patatas en la espera, y que te ha hecho polvo que haga migas justamente, los vasos que más cariño tenías, porque te los regaló tu madre cuando te independizaste y te fuiste de casa.

En fín, que no hay manera, que se me ocurren cientos de caso de los que podrían calificarse de escabrosos en donde mentimos sin parar, que seguro todos recordamos, y para qué vamos a profundizar más.

Así que, ¡viva la falta de sinceridad, vivan esas mentiras piadosas que te convencen, cuando le preguntas a alguien, de lo jóven que estás o que por ti no ha pasado el tiempo!. ¡Viva que tu marido te siga diciendo que te quiere como el primer día y que no mira a las jovencitas pasar!. ¡Viva que tu hijo te diga que eres la mejor madre aunque le hayas quemado la cena y esté incomestible o que en una tienda te digan que te quedan fenomenal los pantalones que llevan las quinceañeras del barrio!.

Y que me perdonen aquellas personas que van con la verdad por delante, que miedo me han dado siempre. Y mucho, porque cuando alguien te dice algo, que empieza con al frasecita de marras, "voy a serte sincera, por tu bien", yo me echo a temblar...

domingo, 23 de noviembre de 2008

Pollo con frutos secos

INGREDIENTES
2 pechugas de pollo
2 cebollas
2 dientes de ajo
1 loncha de jamón
1 puñado de pasas sultanas
4 orejones
4 ciruelas pasas sin hueso
20 g de almendras
20 g de anacardos
20 g de cacahuetes
1 vaso de vino blanco
Aceite de oliva
Sal
Pimienta
½ cucharadita de raz al hanout
½ cucharadita de pimentón
Perejil picado

INSTRUCCIONES
La noche antes pon en agua las pasas, los orejones y las ciruelas para que se hidraten. Escúrrelas, trocea los orejones y las ciruelas y resérvalos.

Enciende el horno a 200 º para que se vaya calentando. Salpimienta las pechugas y ponlas a dorar por ambos lados en una sartén con un poco de aceite, a continuación mételas al horno a 200ºC durante 15 minutos aproximadamente.

Corta la cebolla en juliana y ponla a pochar en una sartén con un poco de aceite. Sazona y cuando la cebolla empiece a ablandarse incorpora el ajo picado. Añade las pasas, los orejones y las ciruelas. Pica los cacahuetes, las almendras y los anacardos e incorpóralos a la sartén con la cebolla, añade el vino blanco y cuando haya reducido un poco añade el pimentón y el raz al hanut. Cocina hasta que todo esté bien blandito y coja el sabor de las especias.

Corta la pechuga en rodajas de 1 cm de grosor.

Corta el jamón en tiras finas. Sirve la pechuga acompañada de la salsa de frutos secos. Decora con perejil y con las tiras de jamón.

El ras el hanout, denominada también Mezcla Marroquí es una muy popular mezcla de hierbas y especias (entre 4 y 30) cuyo origen está en la cocina marroquí y que es empleada en otros países del Magreb. No existe una verdadera composición que denomine de forma única el Ras el hanout, cada vendedor la hace de una forma especial que le caracteriza. Se sabe que en la composición suele entrar: pimienta negra, cardamomo, nuez moscada, canela, pimentón, jengibre, etc. y en algunos casos chufa, semillas del Paraíso, agnocasto, cantárida y pequeñas dosis de belladona.

Huevos al salmorejo

INGREDIENTES
8 cortadas de lomo
una longaniza de Aragón
un cuarto de champiñón
una pastilla de caldo de carne
4
huevos
una latita pequeña de espárragos
4 alcachofas, aceite y sal .

PREPARACIÓN
Se fríe el lomo en una cazuela de barro con poco aceite: reservar en la cazuela. En una sartén freír la longaniza a rodajas y volcar sobre el lomo escurriéndolo del aceite. En ese aceite freír los champiñones y las alcachofas todo troceado. Volcarlo sobre la cazuela de barro. Añadir una pastilla de caldo, el caldo de la lata de espárragos y cocer todo como media hora. Añadir los espárragos troceados cocer 5 min. Apagar el fuego y añadir un huevo por persona, dejar que se cuajen.

sábado, 22 de noviembre de 2008

GENERACION DF...

-Vamos a cenar ya, ¿venís o qué?- dije por enésima vez ayer por la noche, porque como decía mi madre, está todo el mundo dando guerra para cenar, y cuando tienes la cena encima de la mesa, calentita y preparada ya, todo el mundo desaparece.

Mi marido, en el salón con el niño, dijo a voz en grito por décima vez.
-¡¡Qué voyyyyyyyyyyyy, un segundo, mi vida!!!

Al cabo de unos minutos, cuando terminan los deportes en la tele y se ha enterado que su querido Atlétic ha vuelto a perder, viene con el niño a la cocina, un poco decepcionado.
Yo estoy de mal humor, calentando el pollo con verduras en el microondas, con los pelos tiesos y más harta de hacer la cena que ayer, que ya es decir.

-¡Está de muerte, cariño, te has superado, eres una mujercita maravillosa!, me dice casi siempre cuando comprueba que incluso las verduras están buenas, por mucho que a él nunca le hubieran gustado.
Le miro condescendiente, por no matarlo, mientras le meto con forces al niño la verdura camuflada bajo la carne en el tenedor. El niño se resiste, cierra la boca, quiere escupir lo verde, lo verde no, mamá, me dice como para que entienda que no le engaño.
Antonio mientras tanto cuenta que en el trabajo hay un trepa que no deja de fastidiar a todo el mundo, que es un berzotas y que encima los jefes le han hecho jefecillo, porque sabe muy bien como hacerleS la pelota. Cuenta un montón de cosas del trabajo, que claro, a mi me parecen un rollo, pero que escucho estoicamente.
-No te estás enterando de nada, ¿no?. Ya sé que hablar del trabajo te sienta como un tiro, pero qué quieres, me paso el dia allí, y no sé de qué hablar si no.

-¿A ti te gusta que yo esté aquí en casa, cuidando del niño, haciéndo comiditas por la noche y escuchándote cuando vienes cansado?-le pregunto ante su estupor, porque no sabe a dónde quiero llegar.
Me contesta que le encanta, que en realidad eso es lo que ha visto siempre en su casa, y que agradece en el alma que su madre siempre estuviera allí para todos ellos, que no podía ni soñar que hoy en día, pudiera encontrar una mujer que quisiera lo mismo, que se siente muy feliz.

-Tú crees que el lugar de la mujer es ese ¿no?.
Sin casi terminar de preguntarlo, se deshace en explicaciones, que cómo va a pensar eso, que piensa que yo soy mucho más inteligente que él y que podría desarrollar cualquier trabajo de responsabilidad mucho mejor que la mayoría de hombres que conoce. Que lo verdaderamente maravilloso es que yo haya hecho ese sacrificio y que esté allí para ellos, para mantener unida nuestra familia.
-¿Sabes que estás hablando no ya como mi padre, sino como mi abuelo, Antonio?-le digo recordando cómo mi abuelo defendía a muerte a su mujer y luego era tan tradicional y conservador como el que más.

-No entiendo lo que dices. Que lo cortés no quita lo valiente. A mi me gusta que tú estés aquí cuidando de nuestro hijo y nosotros podemos hacerlo, ahora, las mujeres que quieran trabajar en lugar de cuidar a sus hijos, pues me parecen muy bien también.
-Claro, pero tú serías muy desgraciado con una de ellas ¿no?.
Me aclara que no es así, que en realidad contaba con una de ellas, una chica que antepusiera su trabajo a su familia, que él entiende todo tipo de personas, que estamos ya en un país libre y democrático. Que puestos a entender ha entendido hasta que los gays se casen, tengan hijos, no se escondan. Que vamos, que él es progresista y está convencido de que los hombres y las mujeres valemos lo mismo, y que la sociedad es plural y pueden hacer lo que les de la gana.

-...Pero, claro, a mi me gusta lo que me gusta. Soy producto de mi educación, de lo que me enseñaron mis padres, de lo que he visto y me parece bien, por mucho que haya otras opciones, que seguramente serán tan válidas como las mias.

Le miro con cara de pilla.
-Sí, te entiendo, pero, quería decirte una cosa. Verás, me he enterado que la profesora del niño es lesbiana. Vamos, lo comentan todas las madres, dicen que tiene pareja que va a buscarla todos los días.
Antonio se muerde la lengua, se mete un trozo de queso en la boca y me mira con cara de cachondeo o de estupor, pero con una cara muy rara.
-Nada, es una broma ¿no?. Que te quieres quedar conmigo, que te conozco, bacalao, que sé que me quieres poner nervioso.
-No, no, no es broma, cariño, en el cole se ha organizado un buen revuelo. Las mamás han montado en cólera y quieren que echen a la profesora. Me han pedido que si quiero firmar la hoja para hacerlo llegar a dirección. ¿Qué hacemos cariño?.

Antonio se queda callado. Sé que se debate entre sus principios más sagrados y lo que realmente ha ido aprendiendo en éstos años de democracia y libertad. Recuerda que votó a los progresistas, que no estaba en contra de que los gays se casaran o que se pudiera abortar libremente. Que las drogas se pudieran vender en las tiendas le parece más o menos normal, claro que otra cosa es pensar que tu hijo puede comprarlas como caramelos.
¡Y ahora esto, que antes no pasaba, hombre!. Que él tenía una profesora mayor que era como una madre para todos. Vamos que pensar que la otra pueda venir a buscar a la profesora de su hijo y que el niño se acostumbre a ver que dos mujeres se besan en la boca...
Vamos que se le ha atragantado el pollo y le ha entrado una tos, que ni pa alante ni pa atrás...

-No te rompas más la cabeza, cariño. Es mentira. Vamos que no sé nada de la vida sexual de la profe de tu hijo, y que ni falta que hace. Sólo quería demostrarte o demostrarme a mi, que somos de la generación DF.
-¿Y eso signfifica?-me pregunta alucinado, el creía que eramos la generción X o la JASP.

Pues mira, le cuento, no lo tenía yo tan claro hasta que he visto un programa de la tele. Se llamaba generación DF que significa de después de Franco. Nosotros que ni siquiera recordamos casi al caudillo, como decía mi abuelo, hemos heredado sin embargo los prejuicios de entonces y nos han obligado a vivir con la nueva democracia. Vamos que, no lo tenemos muy claro.
Las mujeres no sólo nos empeñamos en trabajar fuera de casa y ser más que vosotros laboralmente, sino que además tenemos que ser las perfectas amas de casa, tener a nuestros hijos educaditos y encima saber hacer el Kamasutra con nuestros maridos, no se vayan a creer que somos muy estrechas y se vayan con otra más jóven.
Los hombres, aparte de ir a trabajar como burros y tratar de ser los jefes de sección, os empeñais en parecer metrosexuales, liberales, de izquierdas y encima ser unos tigres en la cama, porque como no encontreis el dichoso punto G, igual vuestras mujeres se van con otros...
-En fín, cariño, que estamos hechos un lío de mucho cuidado, y que aún no tenemos muy claro más que hablando con otros de nuestra generación, nos entendemos a la perfección. Pero, claro, cuando surgen cosas como esa, normales en una democracia, como que la profesora de tu hijo se acuesta con otra mujer, o que la mujer del jefe se ha ido con uno de la construcción, surgen los prejuicios, las ideas de siempre, surge lo que somos.

-¿Y qué somos, según tú?.
-Pues una generación de tránsito, un lio monumental, unos seres confundidos que se empeñan en ser modernos y que no se nos vea el plumero, pero, querido, se nos ve, y mucho.

Pues ¡viva la generación DF!, me dice sin pensarlo. Que aún se acuerda de lo bien que se pasaba jugando a las chapas en vez de la PLAY, que sabe que una buena educación a los hijos es la base para una buena vida. Que sabe perfectamente que la vida es difícil y no es tan sencillo como para poder conseguirlo todo. Que sí, que estará dudando en si es de derechas o izquierdas o si comprende o no que un hombre salga por la noche en un escenario vestido de mujer. Que no se compra colonia porque se pone malo o tiene prejuicios sociales y le da verguenza no saber de etiqueta en una cena de empresa. Que le gusta comer caliente lo que su mujercita sabe cocinar, o que se vuelve loco por volver a casa y tener una familia como Dios manda.
¿Y QUÉ?, me grita casi sin dejarme contestar. Pues si somos eso, cariño, ¿qué pasa.? ¿No estamos en un pais libre y democrático?. Que aquellos que lo tengan tan claro, nos perdonen y acepten como somos, que para eso, han vivido siempre en un país sin perjuicios, ¿o no?

PUES ESO DIGO YO...

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Consumir fresas para estar más sanos

Las fresas y los fresones crecen en el fresal, planta que pertenece a la familia de las Rosáceas y al género Fragaria. Esta familia incluye más de 2.000 especies de plantas herbáceas, arbustos y árboles distribuidos por las regiones templadas de todo el mundo. Las principales frutas europeas, además del rosal, pertenecen a esta gran familia. Las fresas y los fresones son unas de las frutas más apreciadas y evocan el inicio de la primavera.

Se conocen en el mundo más de 1.000 variedades de fresón, fruto de la gran capacidad de hibridación que tiene esta especie.

Según las variedades, los fresales florecen desde finales del invierno hasta principios del verano, por lo que los frutos maduran durante toda la primavera y bien entrado el verano; desde el mes de marzo hasta julio. Estas frutas desprenden un perfume inconfundible cuando se encuentran en su punto óptimo de consumo que les hacen reconocibles a distancia. El calor, el transporte y la humedad son sus mayores enemigos, deteriorándose con suma facilidad debido a su estructura delicada, tierna y poco consistente.

Las fresas y los fresones son frutas que aportan pocas calorías y cuyo componente más abundante, después del agua, son los hidratos de carbono (fructosa, glucosa y xilitol). Destaca su aporte de fibra, que mejora el tránsito intestinal. En lo que se refiere a otros nutrientes y compuestos orgánicos, las fresas y los fresones son muy buena fuente de vitamina C y ácido cítrico (de acción desinfectante y alcalinizadora de la orina, potencia la acción de la vitamina C), ácido salicílico (de acción antiinflamatoria y anticoagulante), ácido málico y oxálico, potasio y en menor proporción contienen vitamina E, que interviene en la estabilidad de las células sanguíneas y en la fertilidad. La vitamina C tiene acción antioxidante, al igual que la vitamina E y los flavonoides (antocianos), pigmentos vegetales que le confieren a estas frutas su color característico. La vitamina C interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. El ácido fólico interviene en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis material genético y la formación anticuerpos del sistema inmunológico. El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula.

Las fresas apenas aportan calorías (30 kcal/100 g), por lo que resultan muy recomendables para personas con regímenes alimenticios bajos en calorías.

Son una excelente fuente de vitaminas antioxidantes, vitamina C, betacarotenos y vitamina E, que nos protegen de la acción de los radicales libres implicados en el envejecimiento celular, cáncer y otras enfermedades como la aterosclerosis.

Contienen agua en elevada cantidad, hidratos de carbono en proporción moderada, calcio, hierro y potasio y cantidades mínimas de proteínas, grasas. Así mismo son una buena fuente de fibra alimentaria.

En su composición están presentes una serie de sustancias no nutricionales que, sin embargo, realizan interesantes y saludables acciones sobre el organismo.

Su color es debido a la presencia de unos pigmentos vegetales llamados antocianos que también son responsables de sus propiedades antioxidantes. Al mismo tiempo son diversos los ácidos orgánicos que contiene como ácido salicílico y oxálico.

martes, 18 de noviembre de 2008

ROMPIENDO PLATOS POR LA VIDA

Hola a todos, hoy me han preguntado unas amigas, qué pensaba yo de eso de haber roto un plato.
No lo sé muy bien, les he dicho sabiendo perfectamente que a veces las cosas más evidentes son las más difíciles de explicar.
Luego me he quedado pensativa. Sí, sí he estado pensando en todos esos platos que rompe la gente sin que te lo puedas imaginar que lo hacen porque parece completamente imposible que el angelito o angelita, saque los pies del tiesto.

Vamos que te topas con un chico con un imperdible en la boca y los pelos tiesos, con los pantalones rotos y cara de malote, y a lo mejor, resulta que uno que va trajeteado a su lado en el metro, con carita de bueno, con los ojos clavados en su informe de ventas, resulta que es un cabroncete de mucho cuidado, y que las mata callando. Vamos que el otro no tiene nada que hacer.

Y es que, la gente no es ni con mucho lo que parece.
Resulta que se te cuela una en la pescadería y resulta que luego te enteras, porque siempre hay otra chismosa que se lo cuenta a una amiga a grito pelado, que la supuesta marujona del quinto era una loba de cuidado en su juventud y que engañó a un pobre notario para que se casara con ella, quedándose embarazada, para lograr su estatus y su posición social.
Menos mal que el notario en sí, se la dio a ella con queso cuando menos lo esperaba, largándose con una rubia veinte años menor. Dejándola a ella con sus tres hijos y con una pensión que ni con mucho le permitirá ya comprar en las tiendas de Serrano, como acostumbraba.

En el fondo, los platos están todavía rotos por el suelo por mucho que nos pese.
Todas aquellas cosas que hicimos con sus consecuencias nos recuerdan lo que somos y de lo que somos capaces de hacer, también en si somos capaces de confiar en alguien o no.

Por no contaros mis platos rotos, que aún no hay confianza, os contaré los de algunos que me dejaron de piedra en los demás.
Recuerdo alguna mosquita muerta que he conocido, que parecía que no había roto un plato en su vida. Ahora mismo se me viene a la mente a mi amiga, bueno, omito el nombre no vaya a ser que...
En fin, mi amiga era una auténtica pija, de esas que hace años iba a Pachá, y llevaba colgando de la cintura su Lacoste rosa. Vivían en una buena casa, estudiaba derecho en el CEU y sus papás iban a la iglesia periódicamente. Encima eran tan buenos fieles que invitaban cada domingo al párroco a comer, y le regalaban cuando veían que el hombre no tenía posibles, la ropa tan cara que llevaba y que parecía impropia de un cura.

El caso es que mi amiga era un dechado de virtudes y sus papás también. Nadie podía suponer, como se averiguó en el barrio después, que todo se sabe, que el curilla en si, se beneficiaba entre misa y misa a mi amiga doña perfecta. Y que por parecerle poco, al pobre hombre, víctima del voto de castidad, cuando podía, engatusaba a la madre, para que se olvidara de sus mojaterías de juventud y se desiniviera con él ,que por ser santo, el pecado sería más pequeño.

En fin, no diré más. A eso le llamo yo pasar por la vida con carita de no haber roto un plato en la vida y sin embargo, haber roto unos cuantos. Lo digo por si alguien tenía dudas...

viernes, 14 de noviembre de 2008

LA MAGIA y LAS SEÑALES

"La magia es un puente que te permite ir del mundo visible al invisible. Y aprender las lecciones de ambos mundos".

Hoy, buscando en Renfe unos horarios, sin ningún afán de filosofar o de pensar en grandes enigmas, me he topado con esta frase de Paulo Cohelo. Me he hecho reflexionar bastante, no sé si porque es muy buena o porque ha sido recientemente mi cumpleaños, y cuando uno cumple años, no sé por qué dichoso motivo, parece que se siente obligado a reflexionar sobre su pasado, sobre lo que ha estado haciendo durante este tiempo, y si ha merecido la pena(es una lata, porque normalmente, sales mal parado, no sé si os pasa a vosotros).
Supongo que me pongo a filosofar, un poco por las dos cosas.

La frase es muy buena y puede resumir bien cualquiera de sus libros, de su filosofía de vida, de lo que ha vivido.
Confieso que yo he leído todos sus libros.
Llegué a ellos en un momento decisivo en mi vida y me ayudaron mucho los primeros. Los últimos ya, no sé ni por qué, porque se repite un poco en todo lo que dice siempre poniendo nuevos ejemplos de vida. Y te dan ganas de decirle al autor, si no somos tontos, hombre, si lo hemos entendido ya. O nos aportas otra cosa o escribe del tiempo, que ya bastante dinero has hecho ¿no?...

Sin embargo, tengo casi todos, supongo que me gusta lo que dice, que en el fondo creo que tiene mucha razón o quién sabe, igual quiero creerlo, que también pudiera ser.

No sé si conocéis la historia de este hombre. Por lo visto era un ejecutivo de publicidad o algo así. Ganaba mucho dinero y no le gustaba mucho lo que hacía pero ahí seguía, por ganar dinero y tener una vida agradable, por mucho que no viviera nada más que estress y querer ganar más y más dinero.
De pronto, todo se puso en su contra y le echaron del trabajo, no encontraba nada de lo suyo y entró en un período difícil de su vida en el que todo lo que intentaba no le salía bien.
El hecho es que empezó a ver señales en su vida que le alejaban cada vez más de lo que había sido siempre y sabía ser.
Con el tiempo entendió que realmente, lo que tenía que ser en el futuro, lo que había soñado siempre, le estaba esperando en algún lugar, por eso el Universo se había confabulado para que encontrara su camino y dejara la vida que tenía planeada y prevista pero que no le hacía feliz.
Aprendió que su destino en la vida era aprender algo vital y luego mostrárselo a la gente de su alrededor, y eso es lo que hizo, con un éxito de lo más arrollador.

En mi pobreza( yo no me he hecho rica escribiendo libros y dejando mis enseñanzas por todo el mundo), yo creo que tiene mucha razón, y que de alguna manera, hay personas(oye igual a todas, eso ya cada uno que analice) que nos cuesta mucho encontrar nuestro camino, porque no tenemos muy claro lo que realmente queremos ser o lo que somos, que a fin de cuentas es lo mismo.

La vida nos lleva por caminos difíciles que realmente no son el nuestro, para que aprendamos a ser, para que encontremos por fin nuestro destino, y como somos tan brutos, nos manda señales para que no hagamos algunas cosas y sí otras.
Sobre la marcha no entendemos nada. Nos cuesta pensar que pasar por una enfermedad o por una mala situación económica, la muerte de un ser querido, un trabajo que al final tienes que dejar porque acaba contigo, una relación que estaba muerta desde hace años, que al final acaba sin que puedas evitarlo, tienen que ser cosas que teníamos que vivir para encontrar lo que realmente queremos o tenemos que hacer. Para aprender algo, que yo creo que a fin de cuentas, es la razón de nuestra existencia.

Algunos nos llevamos la palma, porque con una de esas cosas no aprendemos, y nos apuntamos a todas, como unos avariciosos. Debemos ser muy brutos, porque no aprendemos ni a tiros. Ni a ver señales ni a saber entender muchas cosas, porque quizá las fáciles y las cosas buenas, ni nos las planteamos, son siempre las malas las que nos hacen reflexionar sobre lo injustas que son.

Yo soy una experta en ese tipo de fracasos, malentendidos de la vida o intentos frustrados por encontrar un camino que recorrer que parezca el adecuado para mi o los mios. Y lo malo es que presiento que no van a dejar de mandarme señales desde el Universo, hasta que encuentre mi destino. Supongo que se empeña aún más que yo en dar sentido a la existencia de cada uno, sobre todo a la mia(no, si en el fondo voy a ser afortunada).

A ver si con un poco de suerte, querido Cohelo, la magia funciona y soy capaz de recorrer ese pasillo invisible que une los dos mundos, el conocido y el futuro incierto por conocer y sobre todo encuentro alguna de las respuestas que estoy buscando.
Y así soy capaz de tomar caminos y decisiones acertadas a alguno de los problemas que estoy teniendo ultimamente, porque amigos, me estoy luciendo...

martes, 11 de noviembre de 2008

QUÉ BIEN INVENTADO ESTA EL COLEGIOOOOOO

SOS, OS HABLA HOY UNA MAMÁ DESESPERADA.
Pero, ¿cómo es posible que mi hijo haya estado conmigo hasta ahora en casa y no me haya vuelto del todo tarumba?. Si os digo la verdad no lo sé.
Resulta que en Septiembre empezó el cole porque ya tiene casi 3 años. Y aunque no es que haya ido todos los días, ni mucho menos, porque desde que entró lo que no ha cogido, me lo ha pasado a mi así, por arte de birle y birloque, pues es novato en esto del cole, guardería, etc... pues eso, que parece que más que acostumbrarse él, había empezado a acostumbrarme yo.

Y es que esto del cole es un invento. Librarte de ellos toda la mañana, tener tiempo para poner la lavadora, escribir un poco, limpiar la casa o hablar con una amiga por teléfono.
¡Si yo no pido más. Hijo, por el amor de Dios, curáte de una vez de esta GRIPE, que me tienes más que harta y sobre todo, VUELVE AL COLEGIO, QUE PARA ESO ESTÁN TODAS LAS PROFESORAS DEL MUNDO, PARA AGUANTAROS UN RATO, LEÑE, QUE NOSOTRAS, LAS MADRES BASTANTE HACEMOS YA...!

lunes, 10 de noviembre de 2008

A KIND OF MAGIC


VEIS A ESTAS NIÑAS DE COLEGIO DE MONJAS??? PUES AUNQUE PAREZCA MENTIRA POR LAS DOS FOTOS QUE VEIS, ENTRE ELLAS HAN PASADO YA 25 AÑOS. A VER SI APRECIÁIS LA DIFERENCIA.
ES DIFÍCIL, LO SÉ. PERO, INTENTADLO.

Yo, no he podído. Igual no soy lo suficientemente imparcial pero, os lo aseguro.
La verdad, cuando volví a verlas a todas hace unos meses, no sabía si había pasado el tiempo o no. Os lo aseguro, me costó mucho hacerme a la idea de que realmente habíamos terminado nuestros estudios, carreras, nos habíamos casado o arrejuntado, habíamos tenido nuestros hijos o nos habíamos hecho mayores.

Mayores eso sí. Al menos eso debió pensar mi hijo cuando le enseñé el cuatro y el uno en dos velitas que había comprado para celebrar mi cumpleaños con ellas en mi casa. El pobre al ver que los suyos eran 3 y que era sólo una velita, se me quedó mirando y me dijo, tú cuantos, mamá.
-Si, hijo, cuantos ya. No me lo creo, y mucho menos al ver a mis compañeras de clase vestidas de calle por mi casa, alucinadas por ver los cuadros que tengo en la pared, casi todos papiros egipcios, o las fotos de mi boda.
-Anda, ¿pero fuisteis de luna de miel a Egipto?. O, anda, mira, esta es tu suegra, ¿no?. Qué graciosa, y tu madre no ha cambiado casi nada en estos años. Chica, qué coméis en tu casa que parece que habéis hecho un pacto con el diablo...

Me parece mentira que ellas no sepan todas esas cosas de mi vida. Pero, es verdad, aunque hablemos como si supieramos todo las unas de las otras, lo cierto es que hemos estado 25 años sin saber nada las unas de las otras. Y aunque no puedo creerlo, son unas desconocidas esas que pululan por mi salón, por mi cocina pidiendo un cuchillo, o en mi baño. Son unas desconocidas esas que ahora al verlas troncharse de la risa, o mover las manos, parece que hemos estado juntas siempre, y que han estado todo el tiempo conmigo.

No ha sido así, aunque me extrañe. Hay entre nosotras un vacío muy grande de muchos años en los que nos hemos convertido en las que somos. Afortunadamente, como diría Susana, un poco más maduras y sabiendo más lo que queremos, o al menos metidas ya en una hipoteca, con unos hijos que ya van al cole y saben más que nosotras en algunas cosas, o con un marido que o bien se le va viendo el cartón, o a engrosado su barriga con algún que otro botellín de cerveza, o con alguno de nuestros platos, verdad Ana.

¡Qué cosas!. Y sin embargo, parece que fue ayer, cuando llegamos a clase a las tres y media, a hacer el exámen de la madre Consuelo de Integrales de Matemáticas.
Estábamos todas de los nervios, sobre todo Ana, que cuando había exámen, se ponía blanca como una tiza y no podía dejar de frotarse las manos, se le quedaban heladas. A Susana y a mi se nos daban bien las mates, y siempre andabamos explicando a éstas, hasta último momento, que eran lo contrario de las derivadas, pero que nadie se confundiera, que a veces era un lío.
Loreto saltaba por los pasillos con esos nervios que le caracterizaban y dificilmente sabía controlar. Como chinchaba a la pobre Maria José Acosta con que no sabía una cosa, la otra se ponía como una loca y se perseguían si te descuidabas.
Mari Mar sin embargo nunca decía nada. Sonreía mucho y se tronchaba de risa si alguna decía algo que no le sonaba siquiera. Metía las narices en el libro buscando el dichoso enigma, sin saber si era un cachondeo de Susana, o es que realmente no tenía ni pajolera.
Esther la pobre no entendía de la misa la media, mucho menos de las integrales.
-Si es que las matemáticas no es lo mio, le decía a Rosa, que también sabía lo suyo, aunque no dijera ni mu, porque con tanto revuelo que organizábamos algunas, no había manera de ser razonable.

Sin saber cómo, la Consuelo ya había entrado en el aula y repartía las hojas del corata.
- Mucha suerte, chicas, decía alguna por ahí.
Ana rezaba casi a gritos, Loreto no sabía qué página marear más del libro, Susana, parecía repasar alguna fórmula en su cabeza, porque miraba mucho hacia arriba. Esther ni hablaba ya, no sabíamos si entablaba algún trato con los dioses o simplemente trataba de relajarse. Rosa ponía su nombre en la esquina derecha, al lado del escudo del colegio. Mari mar aún se apuntaba en la mano alguna que otra cosa, no fuera a ser que hubiera la mala suerte de que precisamente cayera lo que no se había mirado.

Yo las miraba a todas divertida. Sabiendo que luego suspenderíamos casi todas, porque la Consuelo era un hueso,pero que seguramente, en la recuperación, pasaríamos todas de curso como siempre. En el fondo la mujer no tenía tan mala idea.

Y ahora, aquí estamos todas, en mi mesa del salón. Viendo como Ana le explica a Mari Mar como se hace el pollo relleno, como Loreto nos cuenta que se ha dado un baño de flúor en los dientes o como Susana regaña a su pequeña Lorena así en la distancia. Viendo a Rosa preparar el biberón a su pequeño Mario, o a el marido de Mari Mar luchando para que se ponga el abrigo Guille, que no para un segundo y va a tirar abajo las figuritas que tengo en la entrada.

Y en la distancia, no puedo más que preguntarme cómo es posible.
Qué clase de magia se ha operado en nosotros para que ni el tiempo, ni la circunstancia particular de cada una, sean capaces de interponerse entre mis recuerdos y la realidad, como si hubiera una continuidad, como si nada hubiera importado más que para volver a retornar a nuestras raíces, no precisamente cuadradas, como en el cole. A esas raíces que nos recuerdan lo que realmente somos. Como dijo Loreto cuando me vio en el video, con 16 añitos y el pelo corto, ahora, ahora mismo me estoy acordando perfectamente, Pilar, de cómo eras, de lo que vivimos entonces.

Es verdad, Loreto, esas niñas éramos y seguimos siendo nosotras. Aunque haya quien nos llame mamá hasta borrarnos el nombre, aunque tengamos un trabajo y nos llamen de usted algunos clientes, o aunque no lleguemos a veces a fin de mes, por la maldita hipoteca.

Y recordando lo que fuimos, lo que seguimos siendo, de alguna manera, se opera la magia, se le vuelven a uno a la cabeza aquellos sueños que queríamos que fueran reales cuando nos hicieramos mayores, lo que hubieramos querido para nosotras o las demás.

Es una pena no poder volver atrás, se te pasa un segundo por la cabeza al comprobar que efectivamente no he conseguido encontrar en las orillas del Nilo ningún tesoro escondido como hubiera querido. Y, seguramente algunas de vosotras, amigas, habréis dejado en el camino, muchos sueños más que compartíamos entonces.

Que nos quiten lo bailáo. No importa. Aquí estamos todas, contentas, felices y llenas de niños, vida normal y corriente de la que no parece ser tan especial como soñabamos, claro que entonces no sabíamos lo difícil que resulta a veces simplemente sobrevivir.

No lo hemos hecho tan mal, chicas.
Ojalá que lo que nos queda por vivir sea tan familiar como lo que hasta ahora parece. Y sobre todo, que podamos seguir compartiéndolo, hasta que un día no nos extrañe tanto esta suerte de magia.

Gracias a todas, chicas, por estar.




viernes, 7 de noviembre de 2008

RESONANCIA MAGNETICO NUCLEAR


AUNQUE VEÁIS A MI HIJO TAN SONRIENTE DENTRO DE UN TUBO DE HORMIGÓN, OS ASEGURO QUE HACERSE UNA RESONANCIA MAGNÉTICA NO ES NI POR ASOMO UN EVENTO DIVERTIDO...

Hola a todos, perdonad que ayer no acudiera a la cita con vosotros. Tuve que hacerme una resonancia en el cuello.
El evento, no por repetido ya unas cuantas veces, nada familiar o entrañable, me tenía ciertamente preocupada. Y en éste caso, no sólo por los resultados, que cuando le miran por dentro a uno, uno no deja de preguntarse qué misterios insondables van a encontrar y qué nos espera a nosotros después. Si no, porque lejos de ser la experiencia algo trepidante e incluso interesante, que podamos suponer, ya sabía yo que era de lo más molesto y agobiante.

Pero, como la suerte ya estaba echada, el volante sellado y la cita confirmada, allí me dirigí no sin un temblor de piernas imperceptible, que ni mi hijo supo entender, hasta que le llevé al baño a hacer pis, que como iba yo a estar más de una hora en el tubo maldito, la abuela no se sentía con ánimo de llevarle ella en ese intervalo. Al subir al niño en la taza y mantenerme en cuclillas, allí que me caí para atrás con la tembladera y hasta el pantalón me rompí en el caerme de culo.
Así que, por un rato, ya tuve yo otra cosa que pensar(aunque hoy en día llevar los pantalones rasgados a la altura de las rodillas, hasta de moda está), mientras me pedían los datos principales de mi salud, que por ser bastante mediocre la pobre, allí estuvimos departiendo desgracias el enfermero y yo durante más de quince minutos.
-Pues para lo jóven que eres, estás un poquito perjudicada, me dijo el buen hombre.
Yo, que todavía no le había dicho mi edad, aunque si todo mi curriculum, (hasta mi peso, que a una señorita decente no se le preguntan estas cosas, hombre de dios), sonreí por las comisuras.
Con un poco de canguis no creáis, que está mejor mi madre que yo a estas alturas de la vida, así que me espera un futurito, que en fin, mejor no pensarlo.

Enfundada en una bata verde y sin mis objetos personales más intimos, llamense así a los pendientes, el reloj o el sujetador, por ejemplo, te envían descalza a una sala fría y abobinable.
Abobinable porque enseguida te das cuenta el catafalco que espera engullirte.

Un coloso de metal y botones, con un agujero en el centro, con una camillita ridícula que se mete en las tripas del bicho, presumiblemente contigo dentro, por raíles, te espera imponente.
-Yo ahí no entro ni metiendo tripa, te dan ganas de decir, aunque claro, ya sabes de sobra que cabes, que cabes tú y un señor que le sobren unos cuantos kilos, aunque parezca mentira.

El tipo no te hace ni caso, se limita a ayudarte a introducirte en la camilla, mientras te tranquiliza con palabras tales como no te preocupes, ya sabes como va esto, acabamos enseguida.

Te tumbas boca arriba, encomendándote a los dioses, antes de ver los aparejos que te esperan para sujetar tu cuellecito precioso.
Mejor cerrar los ojos, amigos.
Pero, la curiosidad te puede. Después de ponerte unas orejeras para que no oigas mucho los ruidos que te esperan y ponerte una cinta en la frente, que ni la de John Borj, en sus mejores tiemos, te introducen una especie de bozal que te sujeta la barbilla, y para que no te escapes, una jaula de barrotes que al más estilo Dark Baider, te inmoviliza la cabeza entera.

Con los nervios destrozados, temblando de frío porque en la salita hace un frío pelotero y pensando que el evento no ha hecho sino empezar, te preguntas si vas a poder estar ahí más de tres cuartos de hora que dura la dichosa resonancia.
-¡Oiga, yo tengo mucha ansiedad, vamos que ya me están dando las palpitaciones. No hay forma de que me den algo, no sé un tranquilizante!( sacarme de aquí y nos olvidamos de la pruebecita, estoy a punto de decir...)
El hombre me pone una perilla en las manos y me dice que si no aguanto le avise con ella, que de todas maneras vamos a estar en contacto por el micrófono que tiene en la cabina.
No si, ya decía yo que no quería volver al tubo.

Empieza a empujar la camilla hacia adentro, como si por hacerlo despacio a mi se me pasara el susto.
Mamma mia, empiezo a rezar a mi manera. Cierro los ojos.
-Nada, no te preocupes, ya estamos dentro, dice dando el último empujón.
Como todo hijo de vecino no se te ocurre otra cosa que abrir los ojos.
Ahí estás tu, con la jaula en la cabeza, con la barbilla apretada por un bozal, con la goma en la frente cortándote la circulación, casi sin oir nada, y con un dolor de cuello que de repente te sacude, que te empieza a poner nerviosa.
-Igual sientes picores o te obsesionas con tragar. Tu concentrate sólo en tragar cuando no suenen los ruidos, cuando haya ruido no trages. Venga, empezamos...

Encima. Resulta que ni lo habías pensado, pero de repente te pica todo, la cara, la cabeza, el cuello, la pierna. Y lo de tragar, ¿cuándo ha dicho éste que trague, antes o después de los ruidos?. Que no me he enterado, durante los ruidos ¿no?, o sí...

Empieza el baile sin que nadie pueda evitarlo.
Allí, medio a oscuras, con la pared del tubo rozando la jaula que te aprieta la nariz y sin poder girar un milímetro comienzan los porrazos, las vibraciones, el ruido ensordecedor que empieza a recordarte que sí, que por eso te daba pánico entrar en el tubo...

-¿Cómo estás, Pilar?- te pregunta amablemente.
Pues cómo voy a estar, pedazo de capu...pues mal, muy mal.. Pero, vas y dices sonriendo como una tonta. Muy bien, de momento.
-Venga no te muevas que en un ratito acaban los ruidos. Y no te olvides de no tragar...
No tragar, no rascarme, no moverme, no tener ansiedad, no ponerme nerviosa, no mirar, no pensar en los faraones egipcios en sus mausoleos , no pensar en que hay gente que la enterraban viva y se despertaba en el ataud...
Pero, ¿qué hago yo pensando en esas cosas, por Dios?. Piensa en otra cosa, me digo. En espacios abiertos, en el niño tirando la casa abajo, en cómo estará la abuela tratando de sujetar al enano sin que tire la sala de espera abajo, rompiendo todas las revistas y dando patadas a la pobre señora que esperaba ser la siguiente en el tubo.
El tubo. Otra vez, si es que sigo en el tubo, y con estos golpes que me están martilleando la cabeza. Y sobre todo en los dedos. En los dedos, pienso aterrada...

-Oye, digo a grito pelado, que se me han olvidado los anillos, que no me he quitado los anillos. Sacamé de aquí y me los quito, digo atisbando un resquicio de esperanza.
El tipo tarda en contestar. No pasa nada, seguimos Pilar, tranquila, que ya queda menos.
Queda menos, repito una y otra vez.

A vuelta con los ruidos. Esto es insoportable. Pienso en gente que esté realmente enferma y la metan en este martirio. No salen vivos, estoy segura.
El tiempo se multiplica con los golpes, pero ¿cuánto falta?, pienso en un intervalo largo en el que no oigo nada.

El enfermero aparece en escena. Ya está. Venga, a tomarse un café por ahí o a dar una vuelta, me dice animoso.
A correr la maratón, en cuanto me sueltes el bozal y me saques de aquí, pienso yo en decirle,
mientras tira de la camilla y me suelta los correajes.
-¿Ves como no ha sido para tanto?, me dice encima irónicamente.
Me dan ganas de darle mi dirección de blog para que entienda algo, ya que parece que ni viendo a pacientes se entera de la misa la media.

Señores médicos y enfermeros, que se enteren ustedes, que poner en un papel que te hagan una resonancia magnético nuclear, no es moco de pavo, y si quieren saberlo, métanse ustedes un ratito, hombre, que es una aventura apasionante.
Encima para que luego te digan que no estas bien. Y lo feos que somos por dentro.
Por Dios...

jueves, 6 de noviembre de 2008

Fotografía digital bajo el agua

Con las nuevas cámaras fotográficas de Pentax (la Pentax Optio W60) puedes hacer fotografía digital bajo el agua con una excelente calidad y con total nitidez.

Pentax ha desarrollado una serie de cámaras fotográficas sumergibles de alto rendimiento que te permiten hacer fotos bajo el agua a una profundidad de hasta 4 metros. Este tipo de cámaras son muy útiles para quienes gustan de la pesca deportiva o incluso para hacer fotografías en piscina.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

MAMMA MIA!!!

CONVERSACIÓN TELEFÓNICA ENTRE UNA MADRE Y SU HIJA UN DÍA CUALQUIERA.

YO: Hola mamá, ¿qué tal estás, enana?

MAMÁ: Pues muy preocupada, ¿dónde estuvisteis ayer, insensatos, a las diez de la noche, que no hubo forma de dar con vosotros?.

YO: Uy señora, nos fuimos al cine, después de muchos meses. Dejamos al muñeco con la abuela Pilipam el sábado en su casa y nos fuimos a ver MAMMA MÍA!!!

MAMÁ: ¡Ay, no me digas!. Con las ganas que tengo yo de verla, y a este paso la van a quitar ya. Es que a tu padre no lo arrastro yo hasta alli ni para atrás. Con "LA CONJURA DE EL ESCORIAL, ya tuvimos bastante para una temporada.

YO: Ya, pues no sabes lo que te pierdes. Me encantó. Me pasé cantando media película. La otra media, me la pasé llorando.

MAMÁ: Anda, pues yo creía que no era una película triste...
YO: Y no lo es, mamá. A veces en el cine se llora de emoción, de alegría, de felicidad...
MAMÁ: Pues, ¿de qué trata la cosa?.

YO: Pero, enana, ¡yo quiero que vayas a verla, si te destripo la película!...
MAMÁ: Me dirás cómo y cuándo si tu padre no me lleva.
YO: `Pues conmigo, enana.
MAMÁ: Y al niño, nos lo merendamos. Porque está la cosa como para dejárselo al abuelo toda la tarde, que no lo aguanta ni media hora que le dejé el otro día mientras hacía la comida...

YO: (viendo que mi madre tiene razón, y que no va a ser posible) Pues verás, trata de una mujer ya cuarentona o más, que tiene una hija.
MAMÁ: Si, ya he visto que la protagonista es la MERRYL STREP
esa, ¡que hay que ver cómo se conserva, porque lo menos tiene sesenta años, no menos!. Sí, sí, yo creo que es algo más jóven que yo, pero no tanto, eh. Claro que la cirugía y el maquillaje y el retoque por ordenador también ayudan claro.
YO: Pues sí, a mi me encantó. Antonio, sin embargo, dijo que estaba pelín sobreactuada.
Quizá no era el papel de su vida, ¡pero oye, cómo se mueve y cómo canta, está sobervia!. Ya te digo que a mi me gustó muchísimo.

MAMÁ: El que de verdad está sobervio siempre es el PIERRE BROSNAN, ¿no?.
YO: ¡Calla, calla, que a mi se me caía la baba mirándolo cantar, con esa carita de no haber roto un plato, y lo bueno que está, aunque ya se le van notando los años, eh!...
MAMÁ; Le va a pasar como al SEAN CONERY, que con los años es como el vino...
YO: Para mi, aún mejor, te lo aseguro. Me puse como un tomate cuando Antonio me dijo que se me notaba mucho que se me caía la baba.
MAMÁ: Buenoooooooooooo, anda, anda, que los hombres, ¡cómo son, para una vez que rompemos un plato. Pues mira que ellos con las tias buenas que salen...!
Bueno, sigue, sigue y ¿qué más pasa?.

YO: Digamos que todo ocurre en Grecia, en una pequeña isla del Egeo. Allí una mujer, presumiblemente americana, lleva un hotelito de esos con encanto con su hija de 20 años.
MAMÁ: ¿Y la hija, quién lo hace, alguien conocido?.
YO: ¡Uf, eso ni idea!, una chica jovencita que canta y baila estupendamente. Se supone que se ha enamorado de un chico y van a casarse. La película empieza cuando están a un día de la boda.

MAMÁ: Oye, y el actor este de la BRIGET JONES, que no me acuerdo del nombre. Ese ¿quién es?.
YO: Pues ahí está el quiz de la cuestión. La chica, que ha vivido siempre con su madre, no sabe quién es su padre. Indagando, porque no puede dejar de pensar en ello, encuentra un viejo diario de su madre, y allí lee que en el tiempo anterior a quedarse embarazada, estuvo al tiempo, con tres hombres.

MAMÁ: ¡Uy, no me digas!. Eso ya no me gusta tanto.
YO: (sabiendo de sobra que eso de que le sobren a una tres hombres a la vez, es de lo más difícil, por muy moderna que hubiera sido la madre y muy buena que estés) No te preocupes, mamá, que es una película. Eso en la vida real, no pasa....
MAMÁ: Ya,ya, espero no enterarme yo a la vejez. En fín, que una no quisiera enterarse, de que...
bueno, y ¿cómo sigue la cosa?.

YO: La chica invita a los tres hombres a la boda para tratar de aclarar el tema, y también llegan de fuera dos amigas de la juventud de la madre. No sabes el cachondeo que se monta todos allí en el hotel. Las amigas de la madre son la bomba, y los tres hombres más aún.
MAMÁ: Anda, que bonito. Y la peli va de intentar descubrir quién es el padre, ¿no?.
YO: Bingo, y hasta ahí puedo leer, como decían en el un, dos, tres.

MAMÁ: Y todo con canciones de ABBA. ¡Qué bonitas eran!. A mi la de CHIQUITITA, es que me ponía los pelos como escarpias. ¿te acuerdas?.
YO: Bueno, cómo no me voy a acordar, si te llamabamos chiquitita a tí hace años. Pero, vamos, que a mi todas me gustaban. Ya lo sabes, que pongo el disco a todas horas. Por eso me tiré cantando media película. Encima había una enanita de no más de año y medio, que loca con la música, se puso a bailar en las escaleras del cine, y todo el mundo estabamos encantados con ella.

MAMÁ: Bueno, y tú, ¿por qué lloraste, que no me has contado?.
YO: Ah, bueno, eso. Pues, por nada, resulta que había una escena en la que la madre ayuda a la hija a vestirse para la boda. La madre sabe que es muy jóven la chica y que tiene toda la vida por delante. No está de acuerdo con la boda, pero como es decisión de su hija, la apoya hasta el final y la ayuda a vestirse. La hija sabe de sobra que la madre lo hace porque la quiere tanto, que es incapaz de obligarla a no hacer lo que ella desea.
No sé por qué lloré, supongo que me acordé de cierta enana que siempre ha estado a mi lado en las decisiones equivocadas o no que he tomado en mi vida, y que ella aunque no acababa de entender, siempre me ha apoyado o me ha ayudado a salir adelante si la cosa no ha ido bien, no se si te suena un poco el tema.

(silencio al otro lado, mi madre está gimoteando aunque intenta disimularlo, yo tengo un nudo en la garganta también, pero claro, intento que me pase, tosiendo un poco)

MAMÁ: ¡Pues vaya una cosa, hija, las madres estamos para eso!.
YO: Y muy bien inventadas que estamos, enana. Muy bien inventadas.
MAMÁ: Bueno, chica, que tengo que empanar los filetes, y nos liamos liamos, y no hacemos nada en toda la mañana.

YO: Sí, tienes razón, con la charleta no he puesto las judias en el fuego y tengo que ir a por el niño.
Por cierto, mamá, gracias por todo. La verdad que no me hace falta ver una película para darme cuenta de lo mucho que has hecho por mi y por mis hermanos. Gracias, de corazón.

(Silencio de nuevo, creo que mi madre no se acaba de acostumbrar a mis efusivos arranques de sinceridad, sobre todo en lo que se refiere al cariño, que parece que no se estila mucho decirle a alguien conocido y familiar, lo mucho que te importa)

YO: ¿Está usted ahí, señora?. Qué nada, que no sabes lo que me gustaría ir a ver Mamma mía contigo una tarde mietnras Antonio se queda con el enano subiendo a los coches que dan vueltas.
MAMÁ: Nada, no te preocupes, con todo esto que me has contado, es como si la hubiera visto ya. Un beso muy grande, hija. Mañana voy a tu casa a acompañarte al médico y a llevarle al niño los pantalones que le he comprado. A ver si hace falta arreglarlos o algo.
YO: Adios mamá,. yo te llamo mañana. Un beso grande.




martes, 4 de noviembre de 2008

SE VA EL TREN...



¡¡QUE PRONTO PASAN LOS TRENES, QUÉ PRONTO SE VAN, QUÉ PRONTO SE LLEGA SIEMPRE A ESA ESTACIÓN ÚLTIMA DONDE TODOS VAMOS A PARAR UN DÍA U OTRO. QUÉ PRONTO SE VIENE LA MUERTE TAN CALLANDO!!, RECUERDO DE QUE DECÍA EL POETA.


HOLA A TODOS.
AYER, COMO MUCHAS OTRAS VECES, COGÍ EL TREN EN LA ESTACIÓN DE VILLALBA. HACÍA UN FRÍO TREMENDO A LAS CUATRO DE LA TARDE Y HABÍA MUCHOS TRENES A MADRID.
AGARRÉ EL DE PRÍNCIPE PÍO Y CAMINO DE LA ESTACIÓN QUE PONÍA EN MI BILLETE, COMO ESTABA SOLA, ME ENTRETUVE EN VER LAS ESTACIONES PASAR.

HACE MUCHO QUE NO PIENSO, REFLEXIONÉ SIN SABER POR QUÉ. ANTES, CUANDO VIVÍA EN MADRID, CUANDO RA SOLTERA Y NO LLEVABA A UN ENANO SIEMPRE DE LA MANO, PENSABA CONSTANTEMENTE.
PENSABA EN EL METRO, PENSABA POR LAS CALLES, CAMINO DEL TRABAJO. PENSABA EN LA COLA DE CUALQUIER SITIO, PENSABA HASTA EN EL ASCENSOR, SUBIENDO HACIA EL SEXTO PISO, SI ES QUE NO SUBÍA ALGUNA VECINA COTILLA CONMIGO.
AHORA CASI NO PIENSO, CASI NO REFLEXIONO. ESO DE TENER QUE ESTAR PENDIENTE DE UN PEQUEÑAJO DE DOS AÑOS ES LO QUE TIENE, QUE NO PIENSAS EN NADA.
NO PIENSO EN LOS TRENES QUE HE DEJADO PASAR, NI EN LOS QUE HE COGIDO. NO PIENSO EN QUÉ DIRECCIÓN LLEVO O SI ESTOY LLEGANDO AL FINAL DE TRAYECTO, AUNQUE ME HAYA PARECIDO CORTO EL CAMINO.

AYER, SIN EMBARGO, LA MÁS ROTUNDA REALIDAD, ME APLASTABA SIN QUE YO ACERTARA A ENTENDER POR QUÉ CUANDO UNA PERSONA CERCANA SE VA, LO SENTIMOS POR ELLA, PERO SOBRE TODO, POR NOSOTROS MISMOS.

LA MUERTE INESPERADA DE ALGUIEN QUE IBA EN EL MISMO VAGÓN DEL TREN, NOS LLENA DE INCERTIDUMBRE. SI SE HA BAJADO EN ÉSTA ESTACIÓN, ¿CUÁNTAS ME QUEDAN A MI, CUANTAS LE QUEDAN A MIS SERES MÁS CERCANOS?. MIEDO DA PENSAR QUE PUEDA BAJARSE INESPERADAMENTE EL QUE SE SIENTA A MI LADO, O EL PEQUEÑAJO QUE SE LEVANTA DEL ASIENTO Y REVUELVE TODO EL VAGÓN.
SI SE VAN MIS PADRES, MIS HERMANOS, AQUELLOS QUE AHORA VAN EN OTROS VAGONES PERO QUE COMPARTIERON CON NOSOTROS MUCHAS ESTACIONES MÁS, ¿QUÉ SERÁ DE MI?.

ERA MEJOR NO PENSAR EN NADA, PIENSO CON UN NUDO APRETANDO MI GARGANTA, MÁS QUE LA BUFANDA QUE LLEVO.
AHORA HARÁ FRÍO.

¡QUÉ FRÍO HACE SIEMPRE EN LOS TANATORIOS,! ME ACORDÉ CAMINO DEL BUS QUE ME LLEVARÍA HASTA ALLÍ.
TEMBLABA YA DE PIES A CABEZA, CON ESA ANSIEDAD DE NO QUERER MÁS QUE ESTAR EN CASA, AL AMOR DE LA LUMBRE,LEJOS Y A SALVO.

NO ERA POSIBLE, AL MENOS AYER TARDE, NO...
PARECE QUE LA MUERTE SE LLEVA A SUS HIJOS SIEMPRE EN INVIERNO, O QUE A SU PASO, DEJA UN MANTO HELADOR QUE NOS CUBRE A TODOS CON SU CRUDEZA.
ERA INVIERNO EN LA SALA 36 DEL TANATORIO. NO SÓLO PORQUE LLEVÁRAMOS TODOS ABROCHADO EL ABRIGO HASTA LOS OJOS, O PORQUE NADIE TUVIERA GANAS DE HABLAR DEMASIADO, SINO PORQUE EN PLENO OTOÑO DE LA VIDA, LA PARCA HABÍA LLEGADO CON SU MANTO NEVADO, NO PRECISAMENTE DE ESTRELLAS, Y SE HABÍA LLEVADO CRUELMENTE A UNA DE SUS HIJAS, QUIZÁ DEMASIADO PRONTO.

QUE PRONTO SE LLEGA LA MUERTE, TAN CALLANDO, SE REPETÍAN EN MI MENTE LAS PALABRAS MALDITAS. QUE PRONTO SE PASA LA VIDA, ME DECÍA MI ABUELO A SUS NOVENTA Y DOS AÑITOS. UN HOMBRE QUE HABÍA VIVIDO MUCHO Y DE BUENA MANERA. SI SUPIERAS HIJA, PARECE QUE FUE AYER CUANDO TODAVÍA CORRÍA CON MIS HERMANOS POR EL PARQUE CON PANTALONES CORTOS, O CUANDO NACIÓ TU MADRE, MI PRIMERA HIJA, O CUANDO ME JUBILÉ DEL MINISTERIO Y NACISTEIS VOSOTROS, MIS NIETECITOS. CUANDO OS IBA A BUSCAR AL COLEGIO, CUANDO MURIÓ TU ABUELA Y ME QUEDÉ SOLO.

Y AHORA, MIRANDO LAS FOTOS DEL ALBÚM, LOS SÁBADOS QUE TU MADRE NO VIENE A VERME, ME PARECE QUE LA VIDA ES UN ALBÚM VIEJO DONDE QUEDAN CONGELADOS ALGUNOS MOMENTOS, CASI SIEMPRE, LOS MÁS FELICES. Y QUE CUANDO CIERRAS EL ALBÚM SE ACABA UNA VIDA, UNA HISTORIA, QUE LEERÁN QUIZÁ OTROS, QUIZÁ NO.

YO SI QUE TENGO GUARDADOS, ABUELO, MUCHOS ALBUMES VIEJOS EN EL DESVÁN DE CASA. MUCHOS DE ELLOS LOS HE VUELTO A VER HOY, DESPUÉS DE ESTAR AYER NUEVAMENTE EN EL TANATORIO.

HE TENIDO MUCHA SUERTE, SOY AFORTUNADA. EN MI TREN AÚN ESTÁN CASI TODOS LOS QUE HE QUERIDO Y SIGO QUERIENDO.
NO TENEMOS PRISA, EL PAISAJE ES BONITO Y QUEDAN AÚN MUCHAS ESTACIONES POR VER, POR ATRAVESAR. POR MUCHA PRISA QUE TENGAMOS SIEMPRE. LO CIERTO ES QUE, NO ENTIENDO POR QUÉ NOS EMPEÑAMOS EN LLEGAR, EN DORMIRNOS EN EL TRAYECTO, EN NO QUERER MIRAR A NUESTRO ALREDEDOR.

EL TREN SE VA, Y NOSOTROS HACEMOS EL CAMINO, NOS TOMAMOS LAS FOTOS QUE QUEDARÁN PARA SIEMPRE. OJALÁ QUE LAS HAGAMOS TODOS SONRIENDO FELICES, Y VIENDO A LOS OTROS SONREIR.
COMO DIGO, NO TENGAMOS TANTA PRISA PARA TODO, NO VAYA A SER, QUE SE VAYA EL TREN Y NOS DEJE A NOSOTROS POR EL CAMINO...
PERDONAD QUE HOY ESCRIBA EN MAYÚSCULAS. NO ERA MI INTENCIÓN GRITAR. QUIZÁ SIMPLEMENTE HACER ÉNFASIS EN LA VIDA, EN NUESTRA SUERTE, EN SEGUIR SENTADOS EN EL TREN.

HOLA A TODOS, CUARENTONES Y DEMÁS ANIMALES...

QUERIDOS CIBERNAUTAS.
CONFIESO QUE ME HE LANZADO SIEMPRE A LAS MÁS TREPIDANTES AVENTURAS. HOY EMPIEZO OTRA, QUE PARA MÍ ES DE LO MÁS INTERESANTE Y ARRIESGADA: ESCRIBIR MIS IMPRESIONES Y MI VIDA POR INTERNET.
¿YO?. YO, QUE SOY CARNE DE DIARIOS ESCRITOS A PLUMA Y RATÓN DE BIBLIOTECA. YO, QUE ANTES DE BUSCAR UN DATO EN EL GOOGLE, SOY CAPAZ DE REVOLVER LA CASA ENTERA PARA ENCONTRARLO EN MIS LIBROS...
SIN EMBARGO, AHORA QUE ESTOY YA EN EDAD DE MADURAR, AHORA QUE HAY QUE IR CON LOS TIEMPOS Y QUE PARECE INEVITABLE EL DECLIVE, BUSCO UNA MANERA DE ENTENDER LA REALIDAD, UNA ALTERNATIVA A DEJARSE LLEVAR POR LO INEVITABLE.
PUEDE PARECER FRÍVOLO O IRREVERENTE, PERO CON MIS CUARENTA AÑOS, ME GUSTARÍA PENSAR QUE AÚN PUEDO APRENDER ALGO DE LA AVENTURA DE VIVIR.
COMO OS DIGO, DISPUESTA A LOS CUARENTA Y A LOS QUE ME ECHEN...