domingo, 26 de abril de 2009

The sun always shines on TV.

Ayer tarde, después de pasar un sábado en Segovia y acabar un poco harta de tener un pequeñajo hiperactivo, que no paró en todo el día de dar la lata, arrastré mi maltrecho cuerpo escaleras arriba, mientras mi marido conseguía sentarlo en un sillón del salón y le ponía por enésima vez la película de "Monstruos contra alienígenas"...

Mi intención, si no era darme un buen baño caliente (que en tiempos de crisis, es todo un lujo para una vulgar mortal) si era despojarme de la ropa y tirarme un rato a la bartola, para ganar un poco de tiempo para mí a la vorágine, antes de la hora de cenar.

Sin saber muy bien por qué, pues buscaba un trozo de silencio, me lancé a poner algo en mi equipo de música. Y revolviendo entre los cds que tenía arriba, encontré una recopilación de mi grupo favorito de los ochenta, los A-ha. Seguramente, no todos sabréis quiénes eran, pero, cualquiera que me conoce hace años, sabe muy bien, que fueron para mí, algo más que un grupo, algo más que una música: parte de mi historia...

Apagué la luz. Pulsé el play y empezó la canción de "Take on me".

Sin que pudiera evitarlo empecé a cantarlo a grito pelado, con ese sentimiento que te sale de dentro de miles de veces, que has oído y has sentido muchas cosas diferentes, pero casi siempre, casi siempre mucha emoción.

-"Tía no te cortes, me encanta como cantas. La verdad es que me alucina oirte. Casí más que al cantante"-comenta Paloma que ha entrado en la habitación de la Resi, y me ha encontrado cantando la canción de marras, mientras la escuchábamos todos en mi pequeño cassette.

Las otras se levantan como un resorte de sus camas. Silvia llevaba su anfifaz y los algodones puestos en lo oídos, y Blanca y María estaban contando cosas secretas en la cama de Blanca, mientras yo canturreaba como loca.
La música sigue saiendo del cassette y la bajo un poco. Entre los gritos de Blanca que le pregunta a Paloma qué si salía el agua caliente y Silvia, que se defiende a gritos sin el antifaz, "que quiere dormir, pinches cabronas, que tengo que levantarme a las siete para ir a trabajar", no hay quien oiga nada.
- "No lo quites, de verdad, Pilar, que me encanta".
-"¡Amos que, ahora verás, la otra nos va a cantar toda la cinta. Yo quiero dormir, y en esta pinche habitación no hay manera!"-contesta a voz en grito Silvia.

María insiste en que nos callemos, que quite la música porque va a venir la monja. Es la más sensata de todas y tiene razón en una cosa, una cosa es vivir siete tias juntas y con el desorden que reina a nuestro alrededor, y otra muy diferente, tratar de respetarnos las unas a las otras.
-"¡Que estamos en Londres, lejos de casa y todas necesitamos hablar, pero leche, a otras horas de la noche!".

Miro el reloj, son más de las doce y Paloma se ha ido a duchar a estas horas. Nadie tiene sueño y eso que cenamos sobre las seis de la tarde y llevamos toda la tarde, y parte de la noche, rajando como locas sobre nuestras experiencias. Y mañana, es verdad que todas trabajamos. María y yo en el Hotel de Padintong, Silvia en el Wimpie de Putney Bridge y Paloma en un buffete de abogados como secretaria, becaria o no se qué, y la pobre se pasa unos cortes con el dichoso inglés cada día.
Apago la música y Paloma la luz, que mañana está ya en puetas, y hay mucho que hacer y aprender...

Los primeras notas de la música se escuchan en el video de mi casa, mientras la cara de mi amor, el cantante de A-ha, sale proyectada en una iglesia, cargada de maniquies desnudos.
He subido a todo volumen con el mando de la tele, mientras Mayta ha saltado del sillón y se ha puesto a bailar como una loca. Yo la he seguido, claro, cantando a gritos el estribillo
Belive me, "The sun always shine on TV".

Menos mal que no hay nadie en casa, las luces están apagadas y se ha empezado a hacer de noche. Dos adolescentes, se mueven como locas mientras el video reproduce un videoclips de nuestro grupo favorito y por eso hemos venido a verlo.
-"¡Qué bueno está el jodio!. El tuyo es el Morten, pero desde luego yo me quedo con el Mags, ¡qué bueno está también!. Mira, mira que carita pone tocando los teclados, es que me vuelve loca"...-dice señalándole, y a voces, para que yo la oiga, pues estoy poseida, cantando sin parar.

La canción toca a su fin y proyecta de nuevo los ojos de mi amado. Yo caigo desmayada a una mecedora vieja que soporta estoicamente todo el peso de mi cuerpo exhausto.
La segunda canción empieza a sonar:"Hunting high and low", mientras el cantante empieza a convertirse en pez, en león y finalmente en aguila. Todo para perseguir y cazar a su amada, dichosa entre las mujeres..
Es romántica y me llena la cabeza de recuerdos, que me callo mientras reprimo alguna que otra lagrimilla, que Mayta ni intuye, pues está tratando de adivinar que coño dice la canción en inglés. Ahora se ha convertido en su obsesión, pues desde que he vuelto de Londres, no para de decir que tiene que aprender ella también.
A veces le he dado alguna clase, incluso tradujimos las canciones una tarde, que me entretuve en poner la cinta mil veces y tratar de descifrarlas con un cuaderno abierto y mi lápiz.
-"¡Anda que, con lo buenos que están los dos, y han puesto a ese pobre, que toca la guitarra, está como tísico!".
Me muero de risa.
Mayta tiene siempre unas ocurrencias que me parten en dos.
-"El tísico ese es el compositor, el que se inventa todas las canciones, así que si no fuera por el tísico, hija"...

Mi hermano pequeño ha entrado por la puerta con un bocadillo en la mano y le ha dado un buen bocado.
-"¿Quién es el Tísico?"-pregunta todo interesado y poniendo ya definitivamente el mote al pobre chico.
Nos da una verguenza de muerte, pues estamos las dos bailando ya la canción de Cry Wolf, de pie y dando gritos.
-"¡Qué susto, por Dios!", digo yo por decir algo. Pero, ¿qué haces aquí, Fer, llevas ya mucho tiempo o acabas de llegar?.
Mi hermano nos confiesa que no es que haya llegado, sino que estaba en casa desde el principio, estudiando en su cuarto mientras los viejos llegaban. Y que nos ha visto llegar, poner el video de los a-ha, y que nos ha oído cantar desde su cuarto. Pero, que tranquilas, que está acostumbrado a las locuras de su hermana, y no le ha parecido mal.
Mayta se rie a carcajadas y le explica que el Tísico es el flacucho rubio que toca el bajo, y mi hermano se queda con nosotras, qué remedio, todavía quedan todos los videos del segundo LP.

La canción qué más me gusta del segundo LP es sin duda la de "I've been losing you". Está sonando en el cassete de viajes, el que siempre traigo a Londres cuando vengo los veranos.
He apagado la luz, solo veo el pilotito rojo del encendido y está sonando en mis oídos con frases que me desgarran el alma. Unos ojos oscuros que no sé si volveré a ver, unas manos muy estropeadas de tanto trabajar, promesas de amor que ahora ya no escucharé nunca más de sus labios.
-"I have lost my way, I have been losing you"...canto con lágrimas inhundando mis ojos.
Pienso en el tiempo que ha pasado desde ese primer paseo por Hyde Park, en que ya no somos los mismos y en cómo han ido cambiando las cosas para separarnos definitivamente. Pienso en me he hecho mayor de golpe y en si hubiera podido hacerlas de otra manera, o si, a fin de cuentas, ha sido mejor así. Me quedan pocos días de estar en Londres y ya no volveré el año que viene, ya no volveré aquí otra vez...
Lloro, lloro con todas mis fuerzas, mientras no puedo evitar cantar las estrofas de la canción, que hoy parece cobrar todo su sentido. Parece escrita para mi y mi circunstancia.
De pronto, se enciende la luz de golpe y veo la silueta de Agus recortada en el marco de la puerta.
-"¡Tú debes estar mal de la cabeza!", me dice bajando la voz con una evidente indignación. "Se te oye desde el descansillo en la puerta de entrada. Y es tarde, la familia ya está en la cama o a punto de ello. ¿Es que no te enseñaron a bajar la música o a no cantar a voces en un sitio público?".
Tiene razón, pero me levanto de la cama indignada. Le digo que la habitación en la que vivimos es como mi casa y que pago religiosamente todas las semanas. Así que lo que haga en ella es cosa mia y vivimos además en un país libre. Que me deje en paz, que escuchar A-ha y ponerse él de mala leche es toda una.
-"¿Es que no te das cuenta de que no se puede poner la misma canción o la misma cinta una y otra vez?. Molestas a la gente, me molestas a mi, que estoy hasta el gorro de la misma murga. Existen los cascos, no sé si sabes. Se llaman Walkman y es para que uno, uno solo, oiga lo que le de la gana sin molestar a los demás".

Me indigna la misma conversación una y otra vez, sobre todo la que, aparte de la música, siempre concierne a lo desordenada que soy y lo dificil que se hace conmigo la convivencia.
-"¡Pues ya sabes lo que toca: coge tus bártulos y lárgate, ahí tienes la puerta!. Que yo estaba antes aquí y fuiste tú el que decidiste venir a Londres a verme,
¿ o no?.
Agus está a punto de extallar de ira, acaba de llegar a casa de hacer fotos en el Tower Bridge, y me ha encontrado con la cena sin hacer y con la música que odia a todo trapo. Voy encima y le digo que se large si no me aguanta.
Se larga, pero por la puerta al baño, que está en la habitación contigua.

No vuelve en mucho rato. Yo he metido unas barritas de pescado y unas patatas fritas en el horno para la cena y he puesto la pequeña mesa que tenemos para comer, al lado de las dos camas abiertas que nos sirven como sillas.
Agus viene un poco más suave, no obstante me dice que admira profundamente a mi madre y a mi hermana. La una por haberme parido, y la otra por aguantarme en su cuarto toda la vida...

Sonrio al recordar que después, cuando volvimos a España se compró la cinta dichosa y hasta confesó echar de menos las canciones, sonando a todo trapo en su equipo de música.

Estoy emocionada por todos esos retales de pasado que han aparecido en mis visiones, escuchando hoy de nuevo la música de entonces, la música de siempre, que ha acompañado mis vivencias tantos años.

Las lágrimas han resbalado despacio por mis mejillas, y eso que en el cd, el Morten, mi amor de juventud dice algo sobre Crying in the rain.
No tengo motivos para llorar ahora, tengo la vida que hubiera soñado entonces, y para colmo, he vuelto a encontrar a todos en Facebook, y ellos también han encauzado su vida.

Me levanto, está sonando The living daylighs y no puedo evitar saltar como un resorte. He cogido un cepillo de pelo del baño y me he subido encima de la cama.

En semejante guisa y en el fragor del momento, me ha pillado mi hijo pequeño.

-"¿Qué estás haciendo, mamá?- me pregunta con sus ojitos alucinados, pues ver a su madre en chandal, con los pelos tiesos y empuñando un cepillo de pelo, le parece cuanto menos extraño.

Le contesto con un estribillo de la canción mientras mi marido abre la puerta y nos pilla in fraganti también. Se rie a carcajadas, señalándome.
-"¡Y yo que creía que habías venido a descansar un rato!.
-"Pero, papá, mamá tiene un peine para peinar. No se canta, no", dice muy serio y enfadado, mientras mi marido se troncha y me amenaza con grabarlo en video.
-"Es que me dejé llevar por los recuerdos, y por la música, y aquí me tienes, haciendo el operación triunfo como entonces. Después de veinte años sigo siendo la misma, y sabes, tenían razón los de A-ha, The sun always shines on TV.

HOLA A TODOS, CUARENTONES Y DEMÁS ANIMALES...

QUERIDOS CIBERNAUTAS.
CONFIESO QUE ME HE LANZADO SIEMPRE A LAS MÁS TREPIDANTES AVENTURAS. HOY EMPIEZO OTRA, QUE PARA MÍ ES DE LO MÁS INTERESANTE Y ARRIESGADA: ESCRIBIR MIS IMPRESIONES Y MI VIDA POR INTERNET.
¿YO?. YO, QUE SOY CARNE DE DIARIOS ESCRITOS A PLUMA Y RATÓN DE BIBLIOTECA. YO, QUE ANTES DE BUSCAR UN DATO EN EL GOOGLE, SOY CAPAZ DE REVOLVER LA CASA ENTERA PARA ENCONTRARLO EN MIS LIBROS...
SIN EMBARGO, AHORA QUE ESTOY YA EN EDAD DE MADURAR, AHORA QUE HAY QUE IR CON LOS TIEMPOS Y QUE PARECE INEVITABLE EL DECLIVE, BUSCO UNA MANERA DE ENTENDER LA REALIDAD, UNA ALTERNATIVA A DEJARSE LLEVAR POR LO INEVITABLE.
PUEDE PARECER FRÍVOLO O IRREVERENTE, PERO CON MIS CUARENTA AÑOS, ME GUSTARÍA PENSAR QUE AÚN PUEDO APRENDER ALGO DE LA AVENTURA DE VIVIR.
COMO OS DIGO, DISPUESTA A LOS CUARENTA Y A LOS QUE ME ECHEN...