Ante esta situación, a falta de cifras del primer trimestre de 2009, la cadena hotelera opta por "ralentizar el ritmo de inversiones para el presente año", destinando 100 millones de euros, cifra inferior a la inicialmente prevista, según informan fuentes de la empresa. Esta cantidad irá destinada, esencialmente, "al mantenimiento de los establecimientos", así como a aumentar la calidad de los mismos, "ofreciendo nuevas experiencias a los clientes".
Pese a que la situación es complicada, la compañía hotelera "confía en su solidez y en los esfuerzos realizados en los últimos años para mantener las cuentas saneadas para salir sin mayores problemas de esta crisis, e incluso salir reforzados", informan desde Sol Meliá. Algunas de las claves para recuperar la senda del crecimiento son, además de la reducción de los gastos, la "potenciación de iniciativas comerciales que faciliten un incremento en los ingresos, la apuesta por acciones que potencien el valor de la marca o la continuación de las medidas que sostengan la solidez financiera de la cadena".