domingo, 1 de enero de 2012

Queridos Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:

Perdonad la tardarza de mi carta, casi no llego este año. Pero, al final he encontrado un reducto en mi tiempo y os escribo desde el ordenador. Es verdad que es más romántico hacerlo con papel y pluma, pero, qué queréis, creo recordar que tenía una en alguna parte, pero no puedo recordar dónde la metí. Así que he acabado claudicando a mis tiempos y me he sentado frente a unas teclas.

No os preocupéis, aun con todo, soy la de todos los años. Un poco más mayor y más madre, pero la misma en líneas generales. Que a estas alturas de la vida, como le decía a un viejo amigo por teléfono, es un valor añadido.

Y os escribo desde aquí, desde España. Sí, hombre, ese país que va a pique y que está luchando con uñas y dientes para seguir adelante, como el resto de los países que dan al Mediterráneo, en la línea entre los países del primero y del tercer mundo, esos que bien pudieran llamarse el segundo mundo.

Bueno, pues eso, queridos Magos, que os escribe la de siempre, desde su ordenador portátil, desde el segundo mundo, en paro, con un montón de deudas y con una hipoteca que pagar todos los meses, pero contenta, porque al menos todos estamos bien y tenemos todavía ganas de celebrar la navidad.

Como este año ni tiempo he tenído para ser mala, pues entre engordar quince kilos, la acidez de estómago, las malas digestiones, las noches sin dormir con una barriga que daba patadas y luego parir a mi niño. Entre, recuperarme, perder los quince kilos, darle de comer, cambiar los pañales, quedarme sin dormir, pasarme de preocupación y de esfuerzo. Por no contaros la de juguetes que he recogido del suelo y he puesto en las estanterías, una y otra vez, o la cantidad de veces que he ido a por mi hijo mayor al cole, a casa de un amiguito a buscarle o a otro cumpleaños de uno de sus compañeros, pues he pensado que tenía derecho a pedir algo.

Por eso, y porque en el fondo siempre he sido buena persona, me he permitido pediros alguna que otra cosa que, si no os parece mal, considero que no estaría de más, que dejárais este año en mis zapatos. Los viejos marrones, esos que se le marcan el juanete, porque son de hace lo menos tres temporadas.

Este año quería pediros que no suba demasiado el IVA, ni los impuestos. Que nos rebajen más los sueldos, pues entre lo que tenemos que pagar, lo que tenemos hipotecado y lo que valen los filetes, mi pobre marido ya no da más de sí.
Yo no hago más que prescindir de las rebajas, de cambiar las alfombras o poner los muebles de mi cuarto. Voy con los vaqueros medio rotos y no me he permitido ni una mala bufanda, pues no hay presupuesto ya, pero considero que de vez en cuando llevar a los niños al cine, a comer por ahí o hacer alguna que otra escapada, no estaría mal para hacer una pausa en la rutina y en el devenir de la vida.
Así que os pediría que en cuestiones económicas, aunque andamos muy achuchaos, nos quedáramos como estamos. Pues este año, aunque hemos ido al super más barato y nos hemos privado de chocolates y fiambres variados, al menos nos ha dado el estipendio para algún que otro dispendio, y sin haberlo pretendido un pareado me ha salido...

Os pediría también que si hubiera algo más de trabajo, lo mismo hasta podría yo participar en el reparto, pues no pido yo un trabajo bien remunerado, pero unos cuantos euros más al mes, bien podrían servirnos para salir un poco más airosos adelante.

Estoy pensando que entonces me tendriáis que traer un poco más de tiempo. Tiempo para mi, para que pudiera utilizarlo para ganar algunos euros mientras cuido de un pequeñajo que ya se sale de la cuna y gatea del salón a la cocina buscando a su madre y un poco de comida.

Así que traer en el camello algo más de tiempo extra. Puestos a pedir, estoy pensando que hace año y medio que no me corto el pelo en una peluquería y más de cinco meses que no voy al ginecólogo o tres años al médico de la espalda, porque no tengo con quién dejar a los niños. Dos años que no voy al cine, ocho que no salgo con amigos y sin niños y por lo menos cinco que no voy a un spa de esos para relajarme un poco.

Vamos que, estoy pensando, que me estoy pasando un poco con las exigencias, ¿no?.

Y eso que no me he liado a pediros lo que realmente más importa, que es un poco de salud repartida para toda mi familia en este año. Entre catarros, virus que no tienen solución, dolores de espalda propios y ajenos, no levantamos cabeza el año pasado.
Como se han multiplicado las posibilidades, cuando no era Miguel el que se ponía malito y no podía ir al colegio, era su madre la que no podía llevarle o su padre el que baldado, se quedaba en cama cerca de una semana. Por no hablar de enfermedades mayores, que ni mentarlas queremos los ciudadanitos de a pie. Ni eso ni las posibles dolencias de nuestros mayores, que las abuelas algo cascadas están ya. Que les quede todavía mucha guerra que dar y nosotros que lo veamos, pues estamos entrando ya en una edad...


En fín, no me enrollo más, que tengo que hacer la cena.

Por cierto, si venís el día 6 que no sea muy pronto, por favor, que para un dia de fiesta que tenemos, nos gustaría levantarnos más allá de las siete y media, que es más o menos cuando se despierta mi hijo porque ya es de día. Quizá esté el salón hecho un desastre y los juguetes por el suelo, tened cuidado de no resbalar. Quien avisa no es traidor.

Me despido con la firme promesa de seguir escribiendo esta carta que nos obliga cada año a revisar nuestros deseos.
El primer paso para conseguirlos, quizá sea formularlos. Quien sabe si para que se hagan realidad algún día...

Un abrazo para los tres y os esperamos el día cinco.

HOLA A TODOS, CUARENTONES Y DEMÁS ANIMALES...

QUERIDOS CIBERNAUTAS.
CONFIESO QUE ME HE LANZADO SIEMPRE A LAS MÁS TREPIDANTES AVENTURAS. HOY EMPIEZO OTRA, QUE PARA MÍ ES DE LO MÁS INTERESANTE Y ARRIESGADA: ESCRIBIR MIS IMPRESIONES Y MI VIDA POR INTERNET.
¿YO?. YO, QUE SOY CARNE DE DIARIOS ESCRITOS A PLUMA Y RATÓN DE BIBLIOTECA. YO, QUE ANTES DE BUSCAR UN DATO EN EL GOOGLE, SOY CAPAZ DE REVOLVER LA CASA ENTERA PARA ENCONTRARLO EN MIS LIBROS...
SIN EMBARGO, AHORA QUE ESTOY YA EN EDAD DE MADURAR, AHORA QUE HAY QUE IR CON LOS TIEMPOS Y QUE PARECE INEVITABLE EL DECLIVE, BUSCO UNA MANERA DE ENTENDER LA REALIDAD, UNA ALTERNATIVA A DEJARSE LLEVAR POR LO INEVITABLE.
PUEDE PARECER FRÍVOLO O IRREVERENTE, PERO CON MIS CUARENTA AÑOS, ME GUSTARÍA PENSAR QUE AÚN PUEDO APRENDER ALGO DE LA AVENTURA DE VIVIR.
COMO OS DIGO, DISPUESTA A LOS CUARENTA Y A LOS QUE ME ECHEN...