jueves, 5 de noviembre de 2009

A Eurodisney por mi cumple, mamá.

Hoy me han mandado uno de esos emails en power point con una reflexión interesante sobre la vida, la educación de los hijos y la responsabilidad que tenemos tanto los padres como la Administración, en que sean como son.

En el mail salía un niño que se encontraba con sus padres en la puerta de casa.
-¿Dónde estábais, papás?
-Trabajando, hijo, ¿dónde vamos a estar?.
-¿Para qué?- pregunta el niño todo interesado.
-Pues para que tengas todo lo que necesitas y seas feliz. Para que tengas esta casa, juguetes y puedas jugar.
-¿Con quién?- pregunta el niño...

¿Con quien juegan nuestros hijos?, ¿qué les interesa?, ¿cómo son con sus amigos, fuera de casa?, incluso me atrevería a preguntar, ¿cómo son?, así simplemente.

Supongo que no lo sabemos, que no nos lo hemos preguntado, y que si alguien lo hace, seguramente, estaremos seguros de que si los hemos parido, somos los más indicados para opinar sobre ellos.

Yo no estoy tan segura.

No creo que sepamos como son, ni lo que necesitan, ni lo que les hace felices. No creo ni que queramos estar con ellos, ni que les enseñemos lo que nosotros aprendimos para ser lo que somos, ni siquiera que les estemos transmitiendo unos valores para que sean buenas personas y sepan lo que es importante o no.

Pero, ¿qué es importante hoy en día?. Cuales son esos valores que queremos inculcar a nuestros hijos para que vean lo que es la vida.

Pues eso digo yo...

Como todo a veces se confabula para que reflexionemos sobre algo, hace también unos minutos que el destino me ha contestado lo que es importante de verdad en esta vida de locos que vivimos.
Por email, me ha llegado un album en facebook sobre el cumpleaños de la niña de una amiga, que cumplía el angelito 5 añazos ya.
Me he quedado helada. El cumple era en una finca en Acapulco, llena de piñatas, un castillo inflable en una piscina (que más que un ruedo parecía olímpica) llena de lo menos quince niños tirándose por el tobogán.

Estaba claro que era un día entero pues el papá freía chuletas para un regimiento en una barbacoa e incluso los angelitos llevaban dos trajecitos para la ocasión.

No quiero ni pensar en los regalos que recibió la niña ni en lo que le parecerá a la criatura si el año que viene, que cumple seis, lo celebra en casa de la abuela con una tarta hecha por su mamá y sin sus amiguitos.

Me ha dado una pena esa niña rica y feliz, que casi me echo a llorar.

Sin embargo,como no hay dos sin tres, hoy hemos puesto en debate mis amigas y yo, (que solemos cartearnos por email alguna que otra mañana, sobre la inmortalidad del cangrejo y otros temas baladíes) la conveniencia o no de que la hija de una de ellas acuda a la invitación que le ha hecho una amiguita para su cumpleaños de ir nada menos que a Eurodisney.

Opiniones siempre hay para todo y había quien aplaudía la genial idea y quien se horrorizaba, pues no fue nuestra infancia ni de lejos lo que estamos viendo ahora que es la de nuestros hijos.

Recuerdo aquellos cumpleaños en la camilla del cuarto de estar donde una tarta hecha de galletas y chocolate derritido, con las velas del año pasado, medio chuchurrías y llenas de cera, iluminaba las cuatro o cinco caritas de tus mejores amigas, en tu día especial.
Te traían de regalos: gomas de borrar perfumadas, un trajecito para la Nancy, un cuento con dibujos grandes, un cuaderno y un lápiz haciendo juego o una tarjeta de felicitación hecha por ellas con mucho color y muy bien perfilada.
Tu madre cortaba la tarta, después de hacerte engullir los bocadillos de pan bimbo, hechos para la ocasión, pues siempre se comían con el pan de la panadería de abajo, y las patatas fritas de la churrería de enfrente, que sin que sirviera de precedente, se comían solo en ocasiones señaladas.

Qué felicidad aquellos días señalados, donde la ocasión especial era estar con tus amigas un par de horas y ser protagonista por un día de las atenciones de tu madre, que dejando a tus hermanos en la cocina, se vestía con una sonrisa y te servía fanta de naranja en las copas de los mayores, porque era tu día especial.

Ahora hay una suerte de protocolo con esto de los cumples, del que me pusieron al corriente las mamás del bus, el otro día, cuando vi que un niño llevaba sus invitaciones de colores, colgando de la cartera y casi se le salían.
Por lo visto, hay que invitar a toda la clase, regalando una de esas invitaciones especiales.
Van todos los de la clase, que para eso hay dinero, y no se invita a las casas o a pasear por el bosque, que en nuestro pueblo hay mucho y muy bonito. Se invita al Burger King de Los Ángeles o a Segovia al centro comercial.
Entre todos traen el regalo para el niño, y la mamá del homenajeado paga la factura de las hamburguesas, las bebidas y la tarta, amén de las entradas del cine, si es que hay alguna peli que les guste a todos.
Eso si no tienes dinero suficiente para llevarlos a Eurodisney, claro...
Que clases siempre ha habido, y seguramente, quedarás como una pobretona con el Burger pero si no hay para más...

Me vuelvo loca, señores, perdonen que insista. Que estamos más que idiotas por ofrecer a nuestros hijos educación tan nefasta.
Es bien cierto que un padre y una madre quieren dar a sus hijos lo mejor, lo más que puedan, todo aquello que los haga felices. Y es bien cierto que ir a Eurodisney es el colmo de la diversión y de lo que un padre desea dar a sus hijos.
Pero no matemos los mosquitos a cañonazos, que para eso están los matamoscas y en su defecto unos productos buenísimos que venden en el mercado que acaban con ellos sin problemas.
Si a los seis años les llevamos a Disney, si les enseñamos un mundo de color donde todo es fantástico y son ocasiones que bien lo merecen, ¿qué quedará para cuando sean mayores?, ¿qué nos pedirán ellos para ser felices dentro de un tiempo y qué tendremos que darles nosotros para que realmente los veamos felices?.

Trabajar más, echar más horas, darles más cosas materiales, más diversiones materiales, más sorpresas materiales, más diversión asegurada, más dinero, más material donde desarrollarse, más emociones que se pagan con dinero.

Dinero, y más dinero, porque las ocasiones especiales son de dinero, porque se disfruta mucho más en el burger que en casita en la camilla, con tus cuatro mejores amigas porque no da para más el pan bimbo y las patatas de la churrería.
Mucho más todavía se disfruta en Eurodisney y mucho más si encima invitas a los amigos, a los mejores amigos, que por pedir, que no quede.

Fomentamos sin quererlo que nuestros hijos sean felices a base de dinero, a base de darles más, de ofrecerles más, de mostrarles desde muy pequeños que hay una vida cara, estupenda y feliz, y otra, que es vida, pero no lo parece...

Me da miedo, señores. Me da miedo porque a estas alturas de la vida, no me engaño. Reconozco que me hubiera gustado mucho ir con mis amigas del cole, todas juntas a Eurodisney a montarme en los cacharros, sabiendo que mi padre podía invitarlas a todas, y que por lo mucho que me quería, me las traía a todas conmigo.

Hubiera sido algo inolvidable, como decía mi amiga Esther, más que eso, un hito en la historia de la humanidad para mi, no sólo porque entonces no había esos sitios, sino porque entonces la imaginación no nos daba para tanto.

Ahora los niños no tienen imaginación, pero si saben soñar con cosas que parece que sí está a su alcance, o lo que es peor, al alcance de los bolsillos de sus padres. Y si no lo están son muy desgraciados, porque visto lo visto, me niego a contarle a mi hijo que la hija de Ana va a ir a Eurodisney, no sea que se de cuenta de lo infeliz que es y los padres tan malos que tiene.

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HOLA A TODOS, CUARENTONES Y DEMÁS ANIMALES...

QUERIDOS CIBERNAUTAS.
CONFIESO QUE ME HE LANZADO SIEMPRE A LAS MÁS TREPIDANTES AVENTURAS. HOY EMPIEZO OTRA, QUE PARA MÍ ES DE LO MÁS INTERESANTE Y ARRIESGADA: ESCRIBIR MIS IMPRESIONES Y MI VIDA POR INTERNET.
¿YO?. YO, QUE SOY CARNE DE DIARIOS ESCRITOS A PLUMA Y RATÓN DE BIBLIOTECA. YO, QUE ANTES DE BUSCAR UN DATO EN EL GOOGLE, SOY CAPAZ DE REVOLVER LA CASA ENTERA PARA ENCONTRARLO EN MIS LIBROS...
SIN EMBARGO, AHORA QUE ESTOY YA EN EDAD DE MADURAR, AHORA QUE HAY QUE IR CON LOS TIEMPOS Y QUE PARECE INEVITABLE EL DECLIVE, BUSCO UNA MANERA DE ENTENDER LA REALIDAD, UNA ALTERNATIVA A DEJARSE LLEVAR POR LO INEVITABLE.
PUEDE PARECER FRÍVOLO O IRREVERENTE, PERO CON MIS CUARENTA AÑOS, ME GUSTARÍA PENSAR QUE AÚN PUEDO APRENDER ALGO DE LA AVENTURA DE VIVIR.
COMO OS DIGO, DISPUESTA A LOS CUARENTA Y A LOS QUE ME ECHEN...