Debes consultar a tu ginecólogo especificando lo más posible las sustancias con las que tienes que estar en contacto.
- Cargar peso, estar todo el día de pie, subir y bajar escaleras constantemente, o permanecer demasiadas horas en el puesto de trabajo.Estas actividades incrementan el riesgo de aborto y de parto prematuro considerando aun más si tu embarazo estuvo sometido a ritmos de trabajos mas activos de lo normal.
- Si trabajas como personal sanitario, debes ser consciente de que algunas tareas llevan implícito cierto riesgo. Hay más posibilidades de contagio de determinadas infecciones y aumenta la exposición a determinados productos químicos. Será el ginecólogo quien valore el riesgo.
- Si eres azafata o piloto de vuelo, las recomendaciones más generalizadas es que no realices vuelos de muchas horas. En algunas compañías, de hecho, no dejan volar desde el inicio del embarazo.
Tampoco debes trabajar muchas horas de pie durante el octavo y noveno mes. Aumenta el riesgo de edemas, de dolores de espalda y de problemas circulatorios. Pero si tu profesión no te permite trabajar sentada, procura llevar siempre medias elásticas para prevenir la aparición de varices, siéntate cada vez que puedas, y procura descansar de vez en cuando tumbada con los pies en alto.
La ley te protege, lee esto:«Asimismo se vigilarán las condiciones de trabajo y ambientales que pueden resultar nocivas o insalubres durante los períodos de embarazo y lactancia de la mujer trabajadora, acomodando su actividad laboral, si fuese necesario, a un trabajo compatible durante los períodos referidos».El artículo 21.1.c de la Ley General de Sanidad (1986)
Debes ir adaptando tu trabajo a la nueva situación, para ello debes comenzar por comentárselo al responsable de personal o a tu jefe con el objetivo de que se conozca tu situación.
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