lunes, 16 de agosto de 2010

LAS CARAS DE LA VERDAD

"Tuve que vivir más de cincuenta años en un sueño, que construímos mi mujer y yo, para darme cuenta de que aquello no era real, que tenía que regresar a mi mundo y vivir con mis hijos de otra manera, con mi mujer de otra manera..."


No son las palabras exactas, ya lo sé. Seguro que algún lector quisquilloso que ya ha visto la peli, me lo dice con toda la razón.
A los que no, os diré que forma parte de la trama de "Origen", la última película de Christopher Nolan, que me ha impresionado vivamente. Es del momento, cuando Leonardo Dicaprio le explica a su nueva arquitecta de sueños, por qué es incapaz ya de crear él mismo su propio espacio, por qué decide volver a la realidad y por qué su mujer decide abandonar esa supuesta realidad para tratar de despertar en su sueño.

No os preocupéis, no cuento más. Os animo a que vayáis a verla y saquéis vuestras propias conclusiones. Yo simplemente hago mi reflexión de hoy.

Sólo contaros que la película abunda en el mundo onírico, en lo que pasa en los sueños. Cómo sería si fuera posible manipular lo que soñamos, lo que pensamos y a las personas que tenemos cerca, entrando en su universo privado y cambiando tan sólo una idea, algo insignificante de su realidad. Todo, para que actúen de otra manera, vivan de otra manera.

Estamos hablando de crear un universo inducido, proyectado según la esencia de la persona por los arquitectos de sueños. En ese escenario es donde un grupo de expertos penetran para robarles o implantarles alguna idea, algo que cambie su dimensión de la realidad y que por tanto les convierta en otras personas. O para que cambien el transcurso de una historia mayor que la de nosotros mismos.

Entre tiros, tios buenos que no se despeinan ni volando en un escenario onírico que es sin ir más lejos un sueño dentro de otro sueño. De la mano de una historia de amor que se ha convertido en un infierno donde el protagonista pone en peligro la vida y la integridad de todos los personajes, uno no puede dejar de preguntarse: ¿tan importante es la verdad?. ¿Tanto nos influye la idea de realidad que tengamos, como para hacer de nosotros personas diferentes?.

Y en el caso de que así sea, ¿qué verdad?. ¿La verdad del mundo real, la verdad de los sentimientos, la verdad del protagonista?. ¿La verdad del espectador que ajeno a todo se da cuenta de lo que pasa a su alrededor?. ¿La verdad desnuda esa dónde está?, y en el caso de estar, ¿cómo narices identificarla?.

¿Cuál es la verdad?.

No lo sé, le contesté ayer a un amigo que me preguntaba sobre lo que sabía de un asunto.
Me hacía partícipe de su historia y me pedía mi percepción. Hablabamos de su situación. Que desde mi puesto, osea desde fuera, bien pudiera parecer que fuera más auténtica, pues no hay implicación con la historia en sí. Además contaba yo con la versión de una de las partes, o al menos de la historia que para la ocasión les había contado a los demás, que a su vez fueron testigos de aquel percance.

Siendo el que me preguntaba, ni más ni menos, que uno de sus protagonistas. Contaba tan sólo en su repertorio con lo que él mismo sintió y vivió, que seguramente no tendría, como comprobé yo misma con su versión, nada que ver con la historia que los demás vivieron en la misma situación.

Vamos un rompecabezas como casi todo lo que vivimos y tratamos de explicar a los demás, donde parecen casi todo mentira...

¿Es que estaba yo soñando o no quería entender?. ¿Es que no sé yo de primera mano la historia más verídica?. ¿Es que estás tú, que ni siquiera estabas allí, más cerca de la verdad de lo que estoy yo mismo que vivi como protagonista mi propia historia?- me preguntaba el pobre en el mismo borde de los acantilados de la indeterminación.

No lo sé, probablemente no estemos sino en un sueño dentro de un sueño, quise responderle sabiendo que no me iba a entender.
Seguramente, no habrá verdades universales, ni siquiera esa verdad desnuda que tanto buscamos los seres humanos. Esa que se nos trajo Cristo bajando de las alturas para compartir su enseñanza con nosotros, o que está en la otra vida, cuando alcanzamos la luz. Ni siquiera la conoce Alá o el mismísimo Lutero, cuando dudó de todo y nos ofreció otra gama de religiones o posibilidades.

Intuyo que como gran cosa hay una suerte de realidad que comparten un número mayor de personas, que por supuesto no es la verdad, pero que se admite por todos como cierto.

No sabemos si soñamos o estamos despiertos ahora mismo, si va a llover o son sólo unas nubes sin importancia lo que flota ahora mismo en mi cielo. Lo que sí sabré es que si esto que escribo lo lee alguien más que yo misma y me hace un comentario, seguramente es que se habrá publicado correctamente en mi blog y tendrá acceso a más personas que a mi misma.

Es lo único que sé. Que sea verdad, que lo lean miles, cientos o una sóla persona, que participe de mi universo alguien o que piensen que estoy mal de la cabeza, poco importa. Incluso me atrevo a aventurar que en unos años yo misma dudaré de haberlo escrito, o de estar bajo el influjo de algún espíritu o de una idea, que escribe por mi en lugar de hacerlo mi intelecto.
Porque puestos a duda o a asegurar: ¿qué es mi intelecto?, ¿hasta qué punto soy yo la protagonista de estas lineas, de mi propia historia o una mera espectadora en el sueño de alguien que invitándome o no me obliga a participar?.

Dudo, amigo, sí, de todo lo que me rodea, de si esto que vivo no es un sueño y me despertaré mañana o dentro de un rato, cuando el dolor de espalda me obligue a levantarme de aquí y mirar a mi alrededor.
No sé si estaré en mi salón o en medio de la campiña, si será mi hijo quien me llame pidiéndome la merienda o estaré sentada en un hospital rodeada de enfermos. No sé nada y me planteas nuevas dudas.

Me pides que te diga si tu sueño es realidad o hay un motivo para todo lo que pasa.
Sinceramente, me pides demasiado. Que me translade a otra dimensión. Que me embarque en tu historia y me olvide de mi historia. Bastante me cuesta ya discernir si lo que vivo ahora es real o un sueño que comparto con mi marido y mi hijo, ahora que hemos encontrado un lugar donde vivir y compartir inquietudes.

No lo sé.
Sólo sé que parece más real todo lo que compartimos con otros, de eso no hay duda. Sin embargo, es bien cierto que hay muchas más dimensiones de la realidad en muchos otros espacios interconectados, paralelos e incluso interdimensionales, donde entramos a veces por casualidad, otras de forma inducida por nuestros deseos y otras porque hallamos una puerta que nos condena la mayoría de las veces a abismos profundos donde ninguno hubieramos supuesto que existían. A veces no los compartimos con nadie y qué reales parecen los jodidos...

Vivimos a caballo entre esas realidades, acariciando las caras del diamante en bruto que es la verdad y mirándonos en sus pulidas superficies a través de los ojos de los otros o en situaciones que nos obligan a pensar.

Hay veces que el sueño dura minutos, horas, años. A veces hasta unas décadas, otras toda la vida. Pero, la mayoría de las veces, como decía alguien por ahí, cuando las cosas empiezan a cuadrar, nos despertamos de golpe, sin saber cómo fuimos a parar aquí o por qué los protagonistas o los paisajes que pisamos ya no son los mismos.
Siendo ya otros personajes, otros protagonistas, con otra concepción de la realidad.
Quizá como dirían: con otro nivel de consciencia.

Poco sabremos nunca, presumo que ni siquiera en la otra vida, como nos prometen las religiones. Creo que no nos acercaremos por asomo a esa auténtica realidad donde todo tiene sentido. Porque compruebo que para cada cual tiene un color y pocos comparten, y nunca aparece en términos absolutos.
Sin embargo, creo sinceramenente, que nada de eso importará.

Porque el verdadero secreto, intuyo, no está en saber si es real o no lo que vivimos, pensamos o compartimos. El verdadero secreto está en ser felices mientras lo vivimos, soñamos o sentimos. ¿¿O no??

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HOLA A TODOS, CUARENTONES Y DEMÁS ANIMALES...

QUERIDOS CIBERNAUTAS.
CONFIESO QUE ME HE LANZADO SIEMPRE A LAS MÁS TREPIDANTES AVENTURAS. HOY EMPIEZO OTRA, QUE PARA MÍ ES DE LO MÁS INTERESANTE Y ARRIESGADA: ESCRIBIR MIS IMPRESIONES Y MI VIDA POR INTERNET.
¿YO?. YO, QUE SOY CARNE DE DIARIOS ESCRITOS A PLUMA Y RATÓN DE BIBLIOTECA. YO, QUE ANTES DE BUSCAR UN DATO EN EL GOOGLE, SOY CAPAZ DE REVOLVER LA CASA ENTERA PARA ENCONTRARLO EN MIS LIBROS...
SIN EMBARGO, AHORA QUE ESTOY YA EN EDAD DE MADURAR, AHORA QUE HAY QUE IR CON LOS TIEMPOS Y QUE PARECE INEVITABLE EL DECLIVE, BUSCO UNA MANERA DE ENTENDER LA REALIDAD, UNA ALTERNATIVA A DEJARSE LLEVAR POR LO INEVITABLE.
PUEDE PARECER FRÍVOLO O IRREVERENTE, PERO CON MIS CUARENTA AÑOS, ME GUSTARÍA PENSAR QUE AÚN PUEDO APRENDER ALGO DE LA AVENTURA DE VIVIR.
COMO OS DIGO, DISPUESTA A LOS CUARENTA Y A LOS QUE ME ECHEN...